«Lo pasé mal por la lesión de Tokio, pero ahora no lo cambio»

J. M. Loeches
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Irene Sánchez-Escribano reconoce que París superó todas sus expectativas, ya que «se dieron todas las condiciones posibles en el mejor escenario para lograr la carrera de mi vida»

Irene Sánchez-Escribano consiguió pasar a la final de los Juegos Olímpicos

Ha pasado casi un mes desde su participación olímpica, pero Irene Sánchez-Escribano no bajó la persiana de la temporada hasta el viernes pasado, en la prueba de la Liga de Diamante que se celebró en Roma. La toledana no le da una nota concreta a su actuación en este 2024, pero sí que considera que ha sido el año en el que ha logrado mejores marcas, aunque no haya estado al nivel de otros en cuanto a títulos. 

«La mayoría de los seis campeonatos de España de 3.000 obstáculos los logré cuando estaba sola, sin otras atletas para pelearlo», explica. Pero en este 2024 sí que ha conseguir cumplir su gran objetivo de mucho tiempo de entrar en una gran final internacional: «Se me estaba resistiendo». Lo veía cada vez más complicado, «porque el nivel está creciendo mucho, y el nivel es enorme», pero entiende que en la capital francesa se dieron todos los condicionantes para alcanzarlo.

En primer lugar hubo suerte a la hora de configurar las semifinales: «El resultado superó todas mis expectativas». De hecho, mirando atrás, tras la lesión de Tokio, la corredora del Adidas cuenta que «toda la gente me decía que el deporte me debía una, y yo no las tenía todas conmigo, porque no siempre es así». El caso es que es tajante: «Mira que lo pasé mal con la lesión de Tokio, pero ahora no lo cambio».

La final olímpica, con su nueva mejor marca personal de 9:10.53, fue la carrera de su vida, mejorando diez segundos la anterior, y prácticamente siete con respecto a la semifinal. «Se dieron todas las condiciones posibles en el mejor escenario posible», agrega la capitalina.

Y es que, ya en la carrera de la semifinal, confiesa que notó que le quedaba algo más, que no se exprimió al máximo: «En los últimos 150 metros vi ya que tenía ventaja y tampoco quise dar más, pero podría haber estado en 9:13».

Lo de la final ya fue espectacular. Cuenta Sánchez-Escribano que fue una carrera «loca», en la que se salió «rapidísimo», y desde el primer momento encontró «muy buenas sensaciones». Dice que, por los entrenamientos, podía estar en torno a 9:15, pero «tuve mi carrera y mi día, encima estaban mi familia y mis amigos en la grada y el ambiente era espectacular en el estadio porque corría la francesa Alice Pinot», narra la toledana con mucha emoción.

Además, tampoco esconde que, ya clasificada, pudo disfrutar de París durante dos días: «Me convencí de que todo sería bueno, y solo quería tranquilizarme y disfrutar». Aun así, le rondó un pero, el récord de España, del que se quedó a poco más de tres segundos, pero Irene se convenció pronto de que no podía quedarse con esa sensación: «Hice la carrera de mi vida y fue todo perfecto».