Carlos Martín-Fuertes

Desde el Tajo

Carlos Martín-Fuertes


Una gozada taurina

10/09/2024

Adelanto que no soy un experto en tauromaquia, pero pertenezco a esa generación que dentro de las posibilidades económicas y acontecimientos que se celebraban en Toledo, solía acompañar a mi padre a algún festejo taurino. Por supuesto que vi toreando a ilustres figuras como 'El Cordobés', Paco Camino, Jaime Ostos, Diego Puerta, 'El Viti', nuestro paisano Vicente Punzón... Es decir, tampoco soy un neófito en el asunto. Ciertamente en Toledo no tenemos afición a casi nada y la plaza de nuestra ciudad, tanto en la Feria, Corpus o Domingo de Ramos antaño - las fechas que antes sí había toros-, el público procede en gran parte de los pueblos más cercanos.
Ello viene a cuento porque la semana pasada tuve la feliz idea de asistir en Villaseca de la Sagra a una novillada con picadores encuadrada dentro del XXIV Certamen Taurino 'Alfarero de Oro' que organiza y gestiona maravillosamente el alcalde Jesús Hijosa Lucas, gobernando la localidad desde ya el lejano 1.996. ¡Caramba lo que ha llovido! El certamen dura una semana; ya el pasado año no pude asistir y este me había hecho el propósito de ir.
Después de no menos cinco intentos infructuosos de adquirir las entradas a través de internet tuve que recurrir a lo clásico: llamar al Ayuntamiento y que me reservaran dos entradas. Y así fue, una funcionaria local desconocida para mí, Angustias, se ofreció a dejarme las entradas en taquilla y recogerlas. Además de ir acompañado de mi buen amigo Joaquín Rodríguez Rico- más experto que servidor-, tuve la suerte de que me dieran dos barreras, a la sombra y sentarse a mi lado el vicepresidente de la Diputación Provincial y delegado de Asuntos Generales, Empleo y Promoción Turística, Joaquín Romera García, muy entendido en la materia. También me encontré con mi colega Paco Basco López.
La plaza, muy coqueta, con capacidad para cerca de dos mil personas, con sus cómodos asientos, amplios, donde el de detrás no te mete la rodilla en tu espalda y los glúteos descansan perfectamente incluso puede uno cruzarse de piernas, algo infrecuente en las plazas de toros. Con facilitación de programas impresos figurando el nombre de los novilleros, picadores, veterinario, toros, presidente, todo. Un lujo de detalles. Con la tele autonómica CMM presente trasmitiéndolo en directo, como One Toro y otros medios especializados… y como no, la persona del cubo vendiendo bebidas refrescantes. En fin, una auténtica gozada taurina que pienso repetir si la salud me lo permite el año próximo, aunque lo suban un par de euritos, como parece ser que ha sucedido este año. 
Para más disfrute del espectáculo hubo un sobrero- aún no sé por qué causa el presidente lo devolvió- entrando media docena de cabestros intentando llevarse al toro que se hacía el remolón y no se iba. Afortunadamente fue sustituido por un morlaco de la ganadería del conde de Mayalde, el mejor ejemplar y con mucho de la tarde. Total, casi tres horas de espectáculo, finalizando bien entrada la noche y con la sensación muy agradable de haber asistido a este lugar y deseando repetir pronto.