El sacerdote Vicente Domínguez ha dado el relevo a David Sánchez como delegado de Cáritas en Talavera, tras 18 años al frente de este puesto en la ciudad, donde continúa como párroco de la iglesia de San Andrés y en el colegio La Salle. Así lo ha confirmado Domínguez a La Tribuna, además de explicar que este cese como delegado de Cáritas en Talavera se lleva a cabo cumpliendo los estatutos de la organización, que acota el plazo en el que se puede estar al frente de esta responsabilidad.

Tal y como ha recordado, fue el entonces arzobispo quien, al destinarle a Talavera, le encomendó sustituir al sacerdote que estaba entonces. Desde ese momento y a lo largo de casi esta última década, Cáritas ha estado guiada «con el deseo de crecer siempre» y fue a lo que se dedicó la institución en su conjunto.

«Hubo un momento muy bonito porque se amplió y consolidó mucho el número de voluntarios, que fueron haciéndose cargo luego de los distintos servicios y colaborando en las distintas esferas en las que Cáritas estaba involucrada y aumentando otros servicios que no había», ha remarcado.

De hecho, ha subrayado que los logros cosechados no son de él sino gracias al «grupo de personas» que le ha «acompañado siempre», entre ellos los dos directores con los que ha trabajado, Marta Rolandelli y Ricardo Riesco. «La institución no la lleva una persona, es  verdad que tiene un rostro que es el cura o el presidente, pero no son ellos quienes hacen que la institución de Cáritas funcione», ha apostillado, sino «el cuerpo entero de voluntarios, de trabajadores, de donantes que colaboran y de instituciones que valoran lo que hacemos».

Así, ha manifestado que su papel ha sido el de «estar en un momento en el que ha habido gente muy entregada, y lo sigue habiendo de distinta manera», que ha favorecido una «mayor presencia, mucho más fuerte, con más responsabilidad» y con «una conjunción muy bonita con los trabajadores».

Son todos ellos, ha apuntado, quienes posibilitan «que la casa siga hacia adelante en ese ejercicio de caridad y de estar más cerca de los que lo pasan mal». En este sentido, ha confirmado la implicación y colaboración de toda la sociedad talaverana «desde el primer minuto» de los casi 75 años que lleva funcionando Cáritas en Talavera.

«La sociedad de Talavera ha estado muy vinculada a la institución y ha confiado en ella», ha remarcado el sacerdote, quien ha agradecido la colaboración proporcionada también desde las diferentes administraciones, como Ayuntamiento, Diputación de Toledo y Junta de Comunidades, «de una u otra manera», así como por parte de entidades bancarias, empresas y particulares.

De otro lado están quienes han sido y son beneficiarios de la ayuda de Cáritas Talavera. Al respecto, Domínguez ha indicado que la demanda es siempre «reflejo de la situación que se está viviendo en el momento». En este sentido, ha reconocido que uno de los momentos más complicados en estos 18 años en los que ha estado como delegado de la institución ha sido el de la pandemia, si bien también se queda con «lo bonito que fue poder echar una mano» en esas «jornadas maratonianas» que se vivieron en esas fechas en la sede.

También en su haber se quedan vivencias muy especiales como por ejemplo ver cómo la ayuda económica proporcionada desde Cáritas para que jóvenes sin recursos continuaran sus estudios les han llevado a completar su formación universitaria.

Otros, también muchos, son más dolorosos, de la mano de las «distintas necesidades de la gente que se ha acercado y las historias» que han relatado sobre el motivo por el que lo hacían, desde casos de abusos a menores a violencia machista, entre otras. Necesidades no económicas «que Cáritas intenta cubrir con su presencia, pero que muchas veces necesitan especialistas».