El alcalde de Yuncler, Luis Miguel Martín, intenta corregir la voz. Se esfuerza por enderezar el ánimo mientras recuerda los días posteriores a la DANA. Finalmente, interrumpe la conversación. Toma agua. E intenta retomar el hilo del drama de un vecino del pueblo al que el desbordamiento del arroyo Tocenaque le destrozó las pertenencias el día mismo de la mudanza. Con esa atracción de las desgracias, el camión municipal de recogida de enseres inservibles se llevó por equivocación el colchón y el somier que el damnificado había dejado en la calle para el secado. El alcalde sagreño, conmocionado, reaccionó de inmediato y pagó de su bolsillo un colchón, un somier y una almohada para ayudar al hombre recién aterrizado de alquiler en la calle de Cervantes.

Se trata de una de las desgracias amontonadas en la comarca de La Sagra por un temporal que abrió el mes de septiembre y arruinó la vida de cientos de vecinos. 300 viviendas quedaron perjudicadas en Yuncler. Tanto destrozo, que la Corporación ha acordado la apertura de una cuenta benéfica para ayudar a los paisanos. El pleno del Ayuntamiento supervisará la cuenta bancaria, coordinada por los servicios sociales y las asociaciones colaboradoras con el Consistorio.

Además, el Ayuntamiento actúa de intermediario entre donantes y damnificados para abastecer de «las primeras necesidades» a aquellas familias con graves pérdidas. Lavadoras o colchones circulan estos días por este municipio para atenuar las fatales consecuencias de la DANA, que descargó en la vecina Recas más de 150 litros por metro cuadrados sólo el día 3.

«Funciona bien», apunta el alcalde sobre esas donaciones que recoge el Ayuntamiento y las reparte inmediatamente entre los beneficiarios. Por ejemplo, una empresa ha entregado ocho colchones y cinco canapés para las familias que llegaban apretadas a final de mes y se han encontrado ahora enfangadas por un temporal que ha arrasado sus domicilios. Otra entidad ha aportado material escolar para que los niños puedan iniciar las clases con lo necesario para el aula.

«Que no haya habido fallecidos en Yuncler es un milagro», afirma Martín, quien duda de la utilización de ese sustantivo mientras describe las situaciones límite que vivieron las familias con una tromba de agua que alcanzó alturas descomunales.

Los sótanos de los edificios más altos de Yuncler quedaron totalmente anegados, lo que explica que unos 360 vehículos de los vecinos quedaran gravemente afectados por la DANA. «Seguimos sacando lodo y mana agua», explica por el alto nivel freático del término.

El alcalde calcula que los daños en las infraestructuras municipales alcanzarán un coste de 5 millones de euros, más los 500.000 euros del coste de la maquinaria alquilada para reparar el desaguisado . Junto con ello, los destrozos en las propiedades privadas suman unos seis millones de euros.