El alcalde de Urda, Manuel Galán, descargará una munición de advertencias para que los vecinos tomen conciencia y arrojen las cenizas ya apagadas al contenedor de la basura. Porque el mismo peligroso incidente se ha repetido en menos de tres meses en esta población de la Mancha toledana de apenas 2.500 empadronados. La carga de un camión de la basura ardió el pasado jueves por la noche durante el servicio.
Hacia las 21:30 horas, el conductor del camión de residuos notó una anomalía. Y enseguida optó por bascular la carga para que el incendio declarado en el interior no representara un peligro más grave. «Creo que es más un descuido de la gente», concede el alcalde jareño en palabras a este diario.
Galán utilizará todos los medios de difusión municipales para evitar la repetición de esta presunta imprudencia, similar a la ocurrida el 28 de noviembre del año pasado. En esta última ocasión, el conductor se orilló y volcó la carga junto al cementerio. Salían llamas feroces.
«No se sabe el origen porque estaba todo en llamas», explica el regidor. Los ayuntamientos alertan constantemente del riesgo de depositar cenizas aún calientes en los contenedores. Si el incidente se ha debido a una imprudencia, van tres con consecuencias parecidas en la provincia en menos de un año.
Los bomberos del Consorcio Provincial del parque de Orgaz acudieron a las inmediaciones del cementerio para sofocar las llamas; fueron los mismos que habían viajado hacia Urda tres meses antes. El conductor y el camión salieron indemnes, no así los 3.000 kilos de carga.
«Estas acciones desembocan en la reposición de contenedores con el coste económico que ello conlleva y lo más importante el peligro para los vecinos, viviendas y vehículos. Es muy peligroso para el profesional encargado de la recogida y los vecinos, puesto que el hidráulico y el combustible puede acelerar el proceso de incendio», recalcaba el Ayuntamiento de Urda después del incidente ocurrido a finales de noviembre en el camión de Gesmat, la empresa que gestiona el servicio de la Diputación.
El primer antecedente en el último año ocurrió en Seseña. Los empleados de Gesmat recorrían el 17 de abril de 2023 las calles poco después de atardecer cuando advirtieron una anomalía. Hacia las 21:45 de la noche, las tres toneladas que guardaba uno de los camiones del servicio público ardían.
Los trabajadores de la recogida de basura condujeron hasta el aparcamiento de la calle Lepanto de Seseña Nuevo para garantizar la seguridad por el volcado de las toneladas de basura. Entonces, los bomberos del Consorcio del parque de Illescas se desplazaron, junto con la agrupación de la Policía Local y de Protección Civil, para atender la incidencia.
inculcar el peligro. El personal de la empresa pública seseñera Selymsa, especializada en la limpieza viaria, acudieron para redondear el servicio junto con la brigada municipal. «Estas tres toneladas de basuras se han incendiado por depositar incorrectamente residuos en uno de los contenedores, como ocurre con los restos de rescoldos de barbacoas», reprochaba el Ayuntamiento de Seseña en un intento de incultar la precaución a los vecinos.
De momento, han sucedido tres avisos serios en el interior de los camiones. «Rogamos a los vecinos que sean conscientes de las consecuencias de no utilizar correctamente los contenedores de residuos», subrayaba el Ayuntamiento sagreño.