La cuenta atrás ya ha empezado. Estados Unidos encara su última semana de campaña con el candidato republicano a la Presidencia, Donald Trump, apostando por un discurso cada vez más agresivo, mientras la aspirante demócrata, Kamala Harris, buscará hoy recuperar brío con un acto en el corazón de la democracia del país.
«Has destruido nuestro país. No vamos a aguantarte más ¡Vete ya, Kamala! ¡Estás despedida!», aseveró el antiguo inquilino de la Casa Blanca ante unos 20.000 simpatizantes que se citaron en el icónico Madison Square Garden de Nueva York.
Acompañado de su esposa Melania, el multimillonario Elon Musk y el luchador Hulk Hogan, entre otros, el magnate centró su discurso en desarrollar su plan económico, en un mitin que, como viene siendo habitual, no estuvo exento de la polémica tras una serie de proclamas de algunos ponentes que levantaron ampollas incluso en el propio partido. La más sonada, las palabras del presentador y comediante Tony Hinchcliffe: «Literalmente, hay una isla flotante de basura en medio del océano en este momento, creo que se llama Puerto Rico», sostuvo.
La afirmación desató una ola de reacciones de rechazo, entre ellas de artistas como Jennifer López o Ricky Martin, mientras el Partido Republicano intentó desmarcarse de este mensaje. «Este chiste no refleja las opiniones del presidente Trump», defendió Danielle Álvarez, asesora principal de la campaña.
Los habitantes de este territorio, un Estado libre asociado de EEUU, no pueden elegir al presidente el próximo 5 de noviembre, pero los millones de puertorriqueños que residen en la nación norteamericana sí pueden hacerlo. Y es que en estos comicios, el voto latino será más decisivo que nunca ya que se estima que 36,2 millones de personas están habilitadas para acudir a las urnas este año, frente a los 32,3 millones de 2020.
Aun así, Trump siguió aferrándose a su retórica habitual y redobló su promesa de llevar a cabo una campaña masiva de deportación de migrantes, en un discurso que fue calificado por algunos medios como «el argumento final más radical en la Historia moderna».
Según la campaña de Harris, el acto de Nueva York «se salió completamente de control» y se convirtió en «un espectáculo ofensivo, oscuro y peligroso», que podría acabar pasándole factura.
Para intentar sacar ventaja en las igualadas encuestas, la vicepresidenta celebrará hoy, cuando faltará exactamente una semana para la decisiva cita, un acto en el centro de Washington, en la Elipse de la Explanada Nacional. El escenario escogido tiene un gran simbolismo porque es el espacio donde se encuentra la Casa Blanca y el Capitolio. Precisamente, Kamala mencionará el asalto de 2021, en el que una turba de seguidores de Trump intentó frenar la ratificación de la victoria electoral del presidente Joe Biden, un suceso por el que el republicano fue imputado.
Y la demócrata pronunciará un discurso en la misma ubicación en la que su rival en las urnas habló ante sus simpatizantes minutos antes de que atacaran el edificio del Congreso y que, según la Justicia, sirvió para instigar el asalto.
"Orgullosa" por el apoyo
La vicepresidenta encara la jornada «orgullosa», tras recibir el respaldo de numerosos artistas. «Estoy muy orgullosa de contar con el apoyo de gente como Bad Bunny y Jennifer López y otros que me apoyaban antes de esa tontería de anoche en el Madison Square Garden», señaló.
Harris aseguró que la gente la apoya porque quieren una Presidencia que «levante» a la ciudadanía y no la desprecie y que no llame a Estados Unidos «el cubo de basura» del mundo.