Unos 1.000 vecinos de la provincia están a una semana, o poco más, de quedarse sin agua. La Mancomunidad del Río Pusa lanza una llamada de auxilio por el caudal crítico de la presa, el único abastecimiento posible para Santa Ana de Pusa, San Martín de Pusa, Retamoso de la Jara y Villarejo de Montalbán.
Los alcaldes de la mancomunidad se reunieron ayer en San Martín de Pusa para prever cómo actuar ante el riesgo de desabastecimiento. San Bartolomé de las Abiertas ha tomado la decisión de cortar el suministro de la presa y abrir la captación de un pozo también no apto para el consumo humano por la presencia alta de nitratos.
"Es la situación más crítica", subraya el alcalde de San Martín de Pusa y presidente de la Mancomunidad del Río Pusa, Alberto Lucero, quien mira hoy el cielo nublado que probablemente tampoco deje lluvias. Un registro mínimo histórico que ha llevado al colectivo a informar ya a la Junta de Comunidades y a sugerir una próxima intervención, por ejemplo, con el abastecimiento de agua mediante cisternas.
SOS en La Jara: cuatro pueblos, a punto de quedarse sin aguaLa agrupación de municipios declaró como no apta el agua para el consumo humano a finales de septiembre. En total, figuran 10 localidades en el colectivo, pero solo cinco se abastecen exclusivamente de la presa. El resto de poblaciones son Los Navalmorales, La Pueblanueva, Torrecilla de la Jara, Malpica de Tajo y Espinoso del Rey, este último con un sistema especial de filtrado del agua del embalse.
"Estamos pidiendo auxilio", reconoce Lucero, quien había advertido ya en este diario el pasado 21 de octubre de la crisis de caudal. El presidente de la mancomunidad reivindica la ejecución del proyecto de una nueva captación, redactado desde hace dos años, pero sin financiación regional. Se trata de bombear el agua desde la propia infraestructura y no a un kilómetro y medio aguas abajo como ahora.
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Los ayuntamientos han pedido también a los vecinos "un uso responsable" del agua.