El CD Illescas sufrió una dolorosa derrota en el derbi autonómico que le mantiene en la zona de descenso. El equipo sagreño, que jugó la última media hora en inferioridad numérica por la expulsión de César Gómez, se vio superado por un Conquense muy sólido y que supo aprovechar dos de sus escasas ocasiones de gol para llevarse el triunfo y asegurarse también la diferencia particular en caso de un posible empate.
El partido terminó con incidentes, ya que el colegiado detuvo la contienda durante doce minutos, ya en el tiempo adicional, por los escupitajos de algunos aficionados locales a uno de sus auxiliares. Desde megafonía se solicitó en varias ocasiones que se evitase escupir e insultar, pero ante la reiteración de estos hechos, tras un parón previo de un minuto, Valero Barrales decidió que los dos equipos entrasen en los vestuarios y, una vez calmadas las aguas, se disputaron los cinco minutos restantes del tiempo extra.
En cuanto al desarrollo del choque hay que señalar que la declaración de intenciones por parte del Illescas fue clara desde el principio. Llevó el peso del partido y el control del balón, con Javi Robles y Cheki como referencias en la medular. Por ellos pasaba buena parte del juego del elenco de Diego Caro, que buscaba las bandas, con Pesca en la derecha y Eugenio en la izquierda, para tratar de abrir el campo y poder encontrar huecos en la tupida defensa de la escuadra conquense.
Al cuadro blanco no le salió una a derechas - Foto: CD IllescasEl conjunto de Róber Gutiérrez también tuvo clara su hoja de ruta y optó por resguardar bien su zona de retaguardia y buscar contras peligrosas para aprovechar la rapidez del delantero japonés Yoshimura. Los primeros minutos fueron de tanteo y apenas se contabilizaron ocasiones de gol en ninguna de las áreas, aunque el Illescas acumuló un gran número de saques de esquina. Hasta cinco botó el cuadro entrenado por Caro antes del minuto 25, pero ninguno puso en aprietos al cancerbero Hormiga.
La solidez defensiva de la Balompédica dio confianza al guardameta visitante, que apenas tuvo que intervenir durante el primer período. Las jugadas de estrategia fueron una constante delante de su portería, aunque sus compañeros mostraron eficacia y solvencia para resolverlas, sin cometer ningún error y tapando todos los espacios a los delanteros del cuadro illescano.
El Conquense se había adelantado en el marcador, mediado el primer acto, en la única llegada al área de Christian Gómez. Monterde aprovechó una cesión de cabeza de Etxebe para enganchar una volea impresionante con la pierna derecha desde fuera del área. Un auténtico misil que dejó helados a los seguidores del equipo sagreño. Mucho castigo para el equipo de Diego Caro, que no varió en su estrategia de intentar acosar el marco visitante, aunque sin sacar rédito a su absoluto dominio en el campo. Prueba de la impotencia del Illescas fue la tarjeta amarilla que recibió el delantero César Gómez, antes de concluir la primera mitad, al agarrar a Hormiga en una disputa de balón en la que llegó antes el cancerbero del Conquense.
La segunda mitad arrancó con el cuadro illescano insistiendo en la búsqueda del empate. Fruto de su asedio llegaron varios saques de esquina seguidos y un gol anulado a César Gómez en el minuto 46 por fuera de juego. El Conquense no se descompuso en ningún momento y supo sufrir. En el minuto 63 se produjo un agarrón a David López en el área por parte de Cristian Fernández, pero la acción quedó anulada por fuera de juego previo del futbolista del Illescas. Las protestas de César Gómez por la decisión llevaron al colegiado a expulsar con tarjeta roja directa al ariete.
Diego Caro tuvo que reconstruir su dibujo táctico y el conjunto sagreño mejoró con la entrada de Aníbal y More, hasta el punto de tener varios acercamientos con peligro, pero solventados con éxito por la defensa del equipo conquense. En el minuto 73 el conjunto visitante perdonó el 0-2 tras construir un contragolpe muy claro que Yoshimura estrelló en el poste del marco defendido por Christian Gómez. En el tramo final del partido el Illescas insistió en los balones colgados sobre el área del Conquense, pero con más corazón que cabeza. En el tiempo complementario, y con el equipo toledano volcado en busca de las tablas, llegó el tanto de Jairo Cárcaba, tras recibir una asistencia de Ratinho, que supuso la sentencia.