La última DANAsacó a la luz toneladas de restos, entre otros, de electrodomésticos, que se encontraban ocultos en una parcela okupada del Camino Arroyo de la localidad toledana de Olías del Rey. El agua acabó con el asentamiento, pero la basura quedó allí, para preocupación de los vecinos adyacentes y los que tienen que utilizar el vial que da nombre a la urbanización. Todo este material es muy contaminante y además sería muy fácil que salga ardiendo este verano con las altas temperaturas.

Cierto es que los vecinos ya se temían lo peor cuando se formó el asentamiento en una gran parcela de la urbanización. Poco a poco el espacio se fue llenando, pero la chatarra que allí había estaba bastante tapada. Hasta que llegó la última DANA y dejó al descubierto colchones, restos de lavadores o frigoríficos, entre otra mucha basura, toneladas acumuladas «es impactante la superficie que está cubierta, la finca es enorme y está repleta de todo», se lamentan los residentes del entorno. Las aguas además sacaron a la calle unos sofás, sillas colchones y ropa, un buen montón de basura.

Meses después y con el asentamiento disuelto desde la lluvia, los vecinos de la zona han comenzado a moverse. Algunos e han puesto en contacto de forma oficial con el Ayuntamiento de Olías, que recientemente ha retirado el montón de basura que había en la calle. Pero entienden que no es suficiente. Las toneladas de restos, para empezar, son muy contaminantes. Pero incluso pueden llegar a ser peligrosos este verano, cuando suban las temperaturas y los materiales puedan comenzar a arder.

Inquietud vecinal por las toneladas de basura abandonadaLlamamiento. Desconocen los vecinos a quién pertenece el espacio, si vive o si está en España, pero lo cierto es que entienden que no se va a poder hacer cargo de retirar todos esos restos. De ahí que pidan auxilio a las administraciones en busca de una limpieza de todo. Porque aunque se hayan sacado los restos de la calle, «no se ha conseguido nada respecto al grueso, lo realmente peligros, contaminante, incendiario, que nos da muchísimo miedo que esté ahí».

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