Las elecciones del próximo domingo determinarán la composición del pleno municipal durante los cuatro años venideros. La sociedad toledana está llamada a renovar la cámara de representación local. Un total de 65.815 personas podrán expresar su voluntad política. Los resultados que emerjan de la consulta decidirán el color de los 25 concejales que corresponden al Ayuntamiento de la capital regional. Las estimaciones apuntan a un escenario pluripartidista, con hasta seis candidaturas diferentes con posibilidades de alcanzar, al menos, un edil. Salvo que se produzca una mayoría absoluta, un escenario inédito en la ciudad desde 2003 -con el popular José Manuel Molina-, los diferentes grupos municipales se verán abocados a pactar: en primer lugar, la investidura; posteriormente, diferentes acuerdos para la gestión política de la legislatura.
El censo electoral de la ciudad alcanza en las municipales de 2023 su mayor volumen. En la elección pretérita de la primavera de 2019, fueron 62.914 los toledanos convocados a las urnas. El aumento de los electores responde al crecimiento poblacional de Toledo. Del total de posibles participantes, 62.811 son electores españoles domiciliados en el país, 2.785 son toledanos que viven en el extranjero y 219 son extranjeros residentes en España con derecho a voto.
La ciudad dispondrá de hasta 99 mesas electorales que se distribuirán entre los 23 colegios electores previstos. Los centros donde los vecinos podrán ejercer su derecho a voto incluyen, entre otras, las escuelas de Santa Teresa, Fábrica de Armas, Europa, Alfonso VI, Ciudad de Nara o Ciudad de Aquisgrán; los institutos de Azarquiel o Alfonso X El Sabio, espacios culturales como el Teatro de Rojas o la Escuela Municipal de Idiomas; la Facultad de Humanidades sita en la plaza Padilla; lugares de encuentro social como el centro cívico de Buenavista o el centro municipal de mayores de Santa María de Benquerencia; e incluso la Diputación provincial y el mismo Ayuntamiento.
La oficina del censo electoral ha establecido siete distritos electorales diferentes en la ciudad, aunque la numeración de estas zonas no se corresponde exactamente con los cinco distritos con que la administración municipal divide Toledo.
UNOS 46.000 VOTANTES. La participación electoral en las elecciones municipales ha tendido a menguar en las últimas convocatorias. Un sondeo elaborado por IO Investigación y publicado por La Tribuna hace algunas semanas preveía una participación del 67,2% el próximo. De concretarse, sería la menor concurrencia popular en unos comicios a la administración local en el siglo XXI. En 2019, el 69,8% de los toledanos acudieron a las urnas; el 71,9% en 2015; el 75,2% en 2011; el 69,6% en 2007 y el 70,2% en 2003.
Considerando una participación del 70%, los votos emitidos en la ciudad alcanzarían unos 46.000, una cifra superior a los 43.886 de 2019, pero muy similar a la que se alcanzó en mayo de 2011, cuando 46.250 ciudadanos se personaron en su colegio electoral para expresar su preferencia política. En aquellos comicios, el PSOE rebasó los 20.000 votos y el PP los rozó. La evolución posterior de los populares ha sido menguante, aunque para el domingo cabe imaginar una bolsa de apoyos superior a los 11.081 que obtuvieron hace cuatro años.
El umbral para obtener un representante en el Ayuntamiento varía en función de la participación. Una mayor concurrencia, por tanto, requeriría de más votos. Los partidos estiman en unos 2.000 los sufragios necesarios para obtener el primer edil. Las seis candidaturas en liza (la séptima es Falange, una formación que aún no ha realizado ningún acto público de campaña) confían en obtener un representante.
En los dos principales partidos, PSOE y PP, proyectan un resultado que mejora al pretérito. Para ambas formaciones se da por descontada su presencia en el próximo pleno municipal. En el caso de los socialistas, su último registro se sitúa en unos 19.300 votos; los populares, por su parte, se quedaron más de 8.000 papeletas por debajo.
Una de las grandes incógnitas de la inminente cita electoral será saber qué ocurre con los casi 5.500 votos que Ciudadanos obtuvo en las municipales de 2019. La candidatura liberal que vuelve a encabezar Esteban Paños espera mantener una importante porción de aquel respaldo, aunque sus antiguos votantes suponen uno de los grupos más codiciados por el resto de opciones: PSOE, PP, Primero Toledo e incluso Vox tratarán de conquistar a aquellos que optaron por la papeleta naranja.
También se entiende como muy probable que Vox repita en el órgano de representación municipal. En 2019 conquistó dos ediles y en 2023 auguran un resultado aún más positivo a partir de la extrapolación de datos de las elecciones generales. Unidas defiende dos representantes, una cifra que creen posible mejorar.
Por su parte, Primero Toledo se apoya en la simpatía que despertó su petición de firmas para poder presentarse como agrupación de electores. Aquellas casi 2.600 rúbricas se traducirían (en el caso de que todos repitieran su voto) en un edil, aunque sus estimaciones apuntan más arriba.