Los vehículos han vuelto a atravesar las calles Alfares y Prado después de muchos meses cerradas al tráfico. Lo hacían tímidamente, con pocos coches en ambos sentidos a la espera de que la nueva normalidad del céntrico eje comercial se convierta en rutinaria.
Las calles se abrieron en la tarde del jueves, casi de forma improvisada y cuando terminaron de instalarse las señales, especialmente la S-28, que indica la nueva categoría de Alfares. Esta señal rectangular, en la que aparecen dibujados en blanco sobre un fondo azul una casa, un niño, un adulto, una pelota y un coche, anuncia una vía residencial e indica las zonas de circulación especialmente acondicionadas en primer lugar para los peatones y en las que se aplican normas especiales de circulación, entre ellas la prioridad de los peatones y una velocidad máxima para los vehículos de 20 kilómetros/hora. También recuerda que existen zonas habilitadas para juegos infantiles, por lo que exige precaución a los conductores.
En los últimos días las calles Alfares y Prado han retomado su tráfico habitual de forma lenta pero continua, a la espera de que hoy lunes reanuden sus servicios y rutas los autobuses urbanos de las líneas 1, 4 y 5, que modificaron sus trayectos ante el cierre de ambas calles.
Los vehículos vuelven de forma tímida a Alfares y Prado - Foto: L.G.C.fin de los trabajos. La finalización de los trabajos que pretende dar una nueva vida a una zona comercial deprimida, ha dejado una nueva imagen de la zona, que incluso parece más ancha por la plataforma única que mantiene a la misma altura la zona de calzada y las aceras.
El mobiliario urbano y de diseño, y las zonas de ocio infantiles salpicadas por Alfares ofrecen igualmente un aspecto renovado, que se completa con nuevos árboles, iluminación led y el colorido de los bancos y papeleras. Son las características del llamado 'urbanismo táctico', que busca que esta rehabilitación transmita unos espacios amables que inviten a los peatones a transitar con aceras más anchas, eliminando las barreras arquitectónicas que hasta ahora han impedido la circulación fluida y haciendo de él un entorno más accesible y a la vez, sostenible.
En cuanto a los acabados de la obra, no ha gustado mucho a la ciudadanía el elevado paso o escalón para acceder a Alfares desde la rotonda que la une con Marqués de Mirasol, así como el que baja en Cuatro Caminos hacia Capitán Luque. Tampoco que muchas de las piedras ubicadas sobre los alcorques de los árboles presenten ya una imagen rota o deteriorada pese a no tener ni dos meses desde su colocación.
Los vehículos vuelven de forma tímida a Alfares y Prado - Foto: L.G.C.Las pantallas o expositores culturales, a la espera de anunciar contenido, ya han sido pintados y manchados aprovechando su inmaculada portada.
Movilidad. Con su apertura, se restablece la anterior movilidad de la zona centro comercial, el doble sentido de estas vías y el alivio para la avenida de Pío XII, que durante estos meses ha soportado la carga de tráfico por este cierre.
Esto fue hace ocho meses, cuando los trabajos para la revitalización del eje comercial del centro de Talavera llegaron a Alfares tras iniciar un mes antes en Marqués de Mirasol. Desde principios de verano, una de las vías más importantes del centro de la ciudad ha permanecido cerrada, provocando malestar no solo a vecinos y comerciantes de la zona, sino también al resto de ciudadanos que han sufrido las consecuencias generadas por el cierre de una vía con muchas calles aledañas y, especialmente, el retraso más allá de la fecha última de finalización, el 31 de diciembre.
Marqués de Mirasol permitió el paso de vehículos mucho antes.