Toledo es una ciudad con un alto flujo de visitantes turísticos durante la práctica totalidad del año. Un elemento que da de comer a la presencia de carteristas por las calles, ya que cuanto más turistas haya por las mismas, más elevada será también la presencia de estos actores especializados en hurtos.
Esta afirmación proviene de los integrantes del indicativo fijo que normalmente sitúa la Policía Nacional de Toledo en el Casco Histórico para frenar esta problemática. No se trata de una unidad especializada, pero varios de sus agentes llevan tantos años vigilando los movimientos de estas bandas y formándose por cuenta propia que hablan de tener identificados a la mayoría de los que se dedican a estos hurtos por el entorno de Toledo.
El equipo de La Tribuna trabajó durante una mañana con el indicativo policial que se encarga de frenar a los carteristas. Al ser una época veraniega, con menos presencia turística en la ciudad, apenas se vislumbraron posibles sospechosos por las calles toledanas. Y es que como dicen los propios agentes «diversifican su actividad en función del turismo», señalando que estas bandas son itinerantes y se mueven por diversas ciudades de España, incluso de otros países como Francia e Italia. De hecho, uno de los agentes menciona que, a través de los canales de redes sociales por los que se informan, muchos de los carteristas más buscados o conocidos -también de la ciudad- se encuentran actualmente «machacando Sevilla o Ronda».
El freno de los carteristasEn cualquier caso, el indicativo policial explica que estos delincuentes no suelen robar por necesidad, sino que son «profesionales del hurto». De hecho, los estiman en unos 200 o 300 carteristas afincados habitualmente en Madrid que se mueven por diferentes zonas. «Ninguno vive en Toledo», asegura uno de los agentes. Algunos, incluso, cuando se siente acorralado por antecedentes huyen hacia su país de origen para evitar posibles penas de cárcel o sanciones. Aunque los hay de varias nacionalidades, los agentes recalcan que los más problemáticos son los españoles, «porque se conocen la ley a la perfección». Aunque matiza que por regla general no suele ser un colectivo violento o que ponga resistencia, ya que «no les interesa, lo que quieren es pasar el trámite si les pillamos, porque si no se les acaba el chollo».
Los policías recalcan que su trabajo no consiste en detenerlos, sino que su función es «molestarlos para que se vayan. Frenarlos y ponérselo difícil». Un apunte que añade el otro agente mencionado que «igual que los conocemos nosotros, ellos también nos conocen a nosotros», de modo que sólo con su presencia por la zona ya se detienen ellos mismos.
Los policías también quieren aclarar que por regla general los carteristas sólo van a por turistas. «Rara vez van a por gente local», porque explican que quiénes suelen llevar más cantidad de dinero encima o pertenencias valiosas en las mochilas son los turistas, especialmente los extranjeros. Además, uno de los agentes añade que lo que tratan es de evitar posibles denuncias, de modo que un viajero que hoy está en Toledo y mañana en otra ciudad es más fácil que opte por no denunciar los hechos. También se dan los casos en los que roban la cartera, cogen el dinero y la vuelven a dejar, lo que despista aún más a la víctima, que no sabe si le han robado o simplemente lo ha perdido.
Puntos calientes. Como no puede ser de otra forma, si los turistas son las principales víctimas de los pickpockets, los puntos calientes o ubicaciones donde más se producen estas acciones son los accesos a la ciudad. Y ahí destaca uno por encima del resto. Las escaleras mecánicas de Safont. Al tratarse del remonte que da acceso al Casco Histórico y punto de estacionamiento de autobuses, este enclave alberga episodios diarios, ya que según revelan los agentes los autores de los hurtos «se pegan a los grandes grupos y aprovechan el trayecto en las escaleras».
El remonte de Recaredo, el puente San Martín, la calle Comercio o, incluso, la ronda del Valle son otros de estos puntos calientes. Esta última ubicación es menos habitual, pero cuando los autobuses llevan excursiones a la zona, mientras los turistas se fotografían ante la panorámica toledana, los carteristas actúan.
Los consejos para la ciudadanía son claros y sencillos. «No ponérselo fácil». Los agentes recomiendan no llevar objetos de valor en mochilas o prendas que puedan tener fácil acceso, así como evitar llevar grandes cantidades de dinero en efectivo. Sea como fuere, el indicativo toledano asegura que Toledo es una ciudad segura, porque sus vecinos lo quieren así. Por ello, piden a los toledanos colaboración ciudadana para frenar a los carteristas, porque cualquier pista ayudará a intervenir a los agentes del CNP.