Una de las procesiones más representativas de la ciudad es la que identifica la hermandad de Nuestra Señora del Amparo, por el hecho de su atracción entre el público toledano al contar con hasta cinco pasos con cargadores. Ayer, la lluvia obligó a suspenderse, pero los cofrades se negaron a irse a sus casas, por lo que dedicaron rezos y bailes de sus imágenes para los fieles que se habían desplazado hasta el interior de la Catedral Primada.

Allí, además de contar con la presencia de autoridades como el arzobispo de Toledo, Francisco Cerro Chaves, la delegada del Gobierno, Milagros Tolón, u otros concejales municipales, la hermandad asistió a la integración del alcalde Carlos Velázquez como si fuera un hermano más. 
El regidor toledano dio paso a una de las 'levantás' agradeciendo a todos los que lo hacían posible su estancia ahí dentro, poniendo sus hombros para levantar el paso. Velázquez les dijo que se sentía orgulloso de ellos por el honor que supone no solo lo que hacen cada Jueves Santo, sino también en un día de ayer con la procesión suspendida por la lluvia. Culminó su discurso ante los cargadores con un "al cielo lo que es del cielo".