Se ha comprobado que el etanol, es decir, el alcohol del vino estimula al hipotálamo, que es la parte del cerebro que se encarga de regular las funciones humanas básicas, como lo son el apetito (ganas de comer o sensación del hambre), la temperatura corporal (de una manera constante sin subidas, ni bajadas) y también al deseo sexual. Pero, debo puntualizar que, haciendo caso a este estudio, solo se trata de tomar vino con moderación, porque si no es así, el resultado en el exceso del consumo, es caer en una verdadera tajada, y ya se sabe, en tal estado, el disfrutar del placer del sexo, no se obtendrán los resultados deseados. Se debe saber que, según algunos autores, cuando se consume vino, en particular más el tinto que el blanco, por lo del hipotálamo en las mujeres, aparte de provocar ganas de comer, también les provoca las ganas de tener sexo, según estos autores las ganas o el apetito sexual, se despierta con una copa de un buen vino.
Asimismo, está comprobado que las mujeres que toman vino de una manera muy regular y con una justa moderación, mantienen una vida de deseo y de práctica del sexo mucho mejor, que las mujeres que se definen por abstemias o que consumen vino de manera esporádica o muy puntual. En otras palabras, las mujeres que beben una copa de vino tinto al día, generan mayores niveles en su deseo sexual con todas las circunstancias que llevan al deseo sexual, comparando este estudio con las mujeres que toman cualquier otro tipo de alcohol de manera ocasional o con las que no beben nada.
Esto del deseo sexual en la mujer, viene por los altos niveles de los 'polifenoles' que tiene el vino tinto, estos componentes del vino tienen propiedades antioxidantes, que ayudan a aumentar el flujo sanguíneo a las áreas necesarias y son clave para la excitación. Todo ello, se puede llevar a la práctica y así, del vino se puede pasar al sexo, pero teniendo en cuenta que las cantidades de consumo del vino, deben ser muy moderadas, por ello, a un buen vino tinto se le puede considerar afrodisiaco. Siguiendo en ello, el vino tinto en las mujeres, hace que los cambios de comportamiento que se originan son debidos a un incremento de los estrógenos. Es decir, el vino además de ser saludable para el corazón, es un acelerador de los sentidos, generando una desinhibición del cerebro.
Por ello, el vino tinto para los hombres, por la abundancia de sus componentes antioxidantes, como los polifenoles y los flavonoides y, por ser también un excelente vasodilatador, mejora la llegada de más cantidad de sangre a todas las partes del cuerpo, potenciando en los hombres su deseo y ayudando a la erección. Eso sí, todo ello siempre, debe ser bajo un consumo moderado, porque el exceso puede dejar poco hábil al jugador masculino. Pero atención, la abuela de Dionisio era Afrodita, y si el exceso es la espoleta de la unión de sexo y vino, lo que da como resultado una explosión frenética y perversa de los sentidos, cercana a la lujuria, lamentablemente se pierde el sentido de verdadera armonía y el pleno disfrute del hermoso placer de la sensualidad y de…