La pandemia del coronavirus está afectando a nivel psicológico tanto a niños como a adolescentes y adultos, como han podido detectar los profesionales de este campo. Es el caso de Sheyla Rodríguez Fernández, psicóloga y directora de Centro Revoluciona, quien confirmó que desde la apertura del centro el pasado junio han registrado un buen número de casos relacionados de manera directa con la pandemia.

En la población infantil, como explicó, han detectado casos como los de hijos de sanitarios que han tenido que vivir durante el confinamiento con sus abuelos o con otros familiares porque no han podido estar con sus padres para evitar posibles contagios. Algo que, como indicó Rodríguez, se ha traducido en problemas como «regresiones», con conductas infantiles de nuevo; ansiedad por separación de sus progenitores; y miedo a tener que volverse a separar de ellos ahora que ya están juntos.

Se han dado además problemas de habilidades sociales «porque son niños que no han hecho una socialización con los niños de su edad como lo hacen siempre», algo que se ha acusado más en niños que ya eran tímidos o con mutismo selectivo. «Al cortarles de raíz la socialización, se les ha notado un montón, porque ellos estaban cómodos al no hablar con nadie» durante el confinamiento, dijo.

Son parte de la problemática detectada en la población infantil, mientras que en la adolescente las consultas han estado relacionadas ante todo con aspectos sobre la imagen corporal. «Estos días de confinamiento han estado sin moverse, sin hacer ejercicio, ahora llegan con más peso» y además «se han estado metiendo más en redes sociales». Sobre esta cuestión, la psicóloga confirmó que se ha notado muchísimo la dependencia a las tecnologías. Así, además, «al compararse con las influencers, con la imagen corporal vienen fatal y hay extremos hasta de autolesionarse y estar todo el día llorando».

A nivel de adultos, en este centro talaverano han recibido numerosas consultas por problemas de pareja, tras «más tiempo juntos», con «más estrés, con los niños en casa o incluso sin ellos». Se ha sumado «la incertidumbre hacia el futuro» y la «falta de reforzadores», al dejar de practicar aficiones por la pandemia. «Ha afectado un montón también emocionalmente», confirmó Rodríguez.

La depresión y la ansiedad han sido los trastornos más presentes en esta pandemia, junto a los duelos por la pérdida de familiares y amigos, el miedo a la muerte propia y de familiares, y de salir a la calle por un posible contagio.

Son parte de los casos que han visto en Centro Revoluciona, desde donde señalaron que la pandemia, de otro lado, ha permitido a las familias pasar más tiempo juntas, un menor consumo de tóxicos por los adolescentes y aprovechar el tiempo para actividades productivas.