«Sin seguridad no hay libertad». Con esta rotunda afirmación, la vicealcaldesa y concejala de Seguridad Ciudadana, Inés Cañizares, también ofreció esta mañana un anuncio de su área durante un desayuno informativo de su grupo Vox y explicó que Toledo dispondrá de policía de barrio «en cuestión de días», un servicio que ayudará a ganar en seguridad. La vuelta de este servicio a la ciudad, que ya tuvo hace años, no exige una ampliación de plantilla, pero sí un cambio «en la forma de trabajar de la Policía Local» con un objetivo prioritario, que los agentes estén en la calles.
En principio, la idea se centrará en que los efectivos pasen el mayor tiempo posible en los distintos barrios de la ciudad, «unos más conflictivos que otros», indicó Cañizares, matizando que no pretende en ningún caso señalar al Polígono a pesar de que registra mayores incidencias, ligadas en buena parte al hecho de que se trata del barrio más poblado de Toledo. Si bien, resaltó la importancia de que los vecinos y comerciantes se familiaricen con los policías y que la presencia policial también disuada. «Cuando hay presencia policial en las calles los delincuentes se lo piensan dos veces».
Cañizares, consciente de los problemas de inseguridad que se producen con frecuencia en la estación de autobuses y en su entorno y de los robos y otros sucesos que están ocurriendo en la ciudad, ve necesario que la Policía reestructure el servicio para incorporar el servicio a los barrios dentro de este turno ordinario formado por trece agentes. Y todo, según Cañizares, con el objetivo «de que Toledo sea libre y seguro».
El cuartel. Cañizares también abordó otros temas relacionados con su área, como la necesidad de que la Policía Local disponga lo antes posible de un nuevo cuartel porque el actual no reúne las condiciones necesarias. En principio, avanzó la posibilidad de adaptar la Casa de la Juventud, pero todavía en pronto para determinar el emplazamiento a pesar de que la EMV haya emitido un primer informe favorable. Todavía habrá que esperar a conocer si los costes son asumibles y para ello, la empresa municipal ya tiene el encargo de elaborar ese informe y cuenta con el plazo aproximado de un mes.
Por otra parte, Cañizares también se refirió a los problemas heredados en Policía y Bomberos, pero subrayó que tras más de seis meses de trabajo continuo en el Ayuntamiento «hemos conseguido la paz social».
Además, destacó que se ha desbloqueado el conflicto con los bomberos a cuenta del C1 y finalmente «hemos dado los primeros pasos en su reivindicación histórica», pero aún no está cerrado del todo la problemática ligada al acuerdo sobre las guardias localizadas de la Policía. Si bien, Cañizares se ha reunido bastantes veces con el sindicato y las negociaciones se dan por finalizadas, ya que el equipo de Gobierno está dispuesto a pagar las de 2023, pero exige el pronunciamiento del Interventor. En principio, «es un punto de partida» sea cual sea el informe de fiscalización y si resulta negativo existe la posibilidad de que el sindicato reclame por vía judicial.