El Gobierno sigue defendiendo la controvertida reforma laboral que aprobó en marzo de 2022 y, con motivo de los dos años de su puesta en marcha, ha puesto sobre la mesa que la Seguridad Social rozó el mes pasado los 12 millones de afiliados con contrato indefinido, 2,2 millones más que cuando entró en vigor la ley, mientras que cayeron de 3,7 millones a dos millones los empleados temporales.
Así, mientras que hay 2,23 millones de inscritos más con contrato indefinido, son 1,7 millones menos con empleo temporal, en tanto que la hasta ahora infrautilizada figura del fijo discontinuo ha ganado 426.321 ocupados. En marzo de 2022, había 471.005 afiliados fijos discontinuos, una cifra que casi se ha duplicado, hasta los 897.326, según los datos que maneja la Seguridad Social.
El mayor peso de esta modalidad, que ha sustituido al contrato por obra para dar respuesta a sectores marcados por la estacionalidad como el campo o la hostelería, ha generado polémica y controversia estos años. Desde la oposición y algunos servicios de estudios económicos han reclamado más detalle sobre los períodos de inactividad de los trabajadores con contratos de este tipo y han apuntado que pueden enmascarar un «mayor desempleo real» que el del paro registrado.
Sin embargo, desde el Gobierno defienden que esta figura siempre se ha contabilizado de la misma forma en las estadísticas, aunque nunca había tenido tanto peso como ahora, y aseguran que da mayor estabilidad.
Según señalaba en la última rueda de prensa del paro el secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, el fijo discontinuo es «una solución estable, con derechos y garantías a lo que antes se hacía con contratos eventuales, sin derechos, inestable, precario y sin garantías».
En estos dos años, los indefinidos han pasado así de los 9,8 millones de ocupados, hasta rozar los 12 millones, mientras que los temporales han pasado de superar los 3,7 millones hasta situarse apenas en dos.
Con estas cifras, el porcentaje de afiliados con contrato indefinido se coloca en el 87,3%, su máximo histórico, y la tasa de temporalidad sigue en mínimos del 12,7%, según destaca el Ministerio de Inclusión con los datos de empleo del pasado marzo donde la afiliación marcó récord con 20,9 millones.
También en la EPA
La reforma laboral, aprobada al cierre de 2021, entró en vigor al arranque de 2022 pero con un plazo de tres meses, hasta el 30 de marzo, para la puesta en marcha de las nuevas normas de contratación. De la mano con los datos de incorporación a la Seguridad Social, la tasa de temporalidad que refleja la Encuesta de Población Activa (EPA) también se ha reducido en nueve puntos en los dos últimos años. Así, si en el último trimestre de 2021, se encontraba en el 25,4% y pasaba a situarse en el 16,5% al cierre de 2023, último dato disponible.
Mirando la estadística de contratos que se firman cada mes, también se ven diferencias. En marzo pasado se sellaron 1,12 millones, de los que 504.893 fueron indefinidos, el 45% del total, mientras que se cerraron 618.595 acuerdos temporales, la menor cifra desde 1997. Por su parte, en marzo de 2022 se hicieron 1,6 millones de contratos de los que 513.677 fueron duraderos, lo que supuso el 32% del total, mientras que se registraron 1,15 acuerdos temporales.