Renovarse o morir. Este dicho tan popular del refranero se ha convertido, desde hace tiempo, en una máxima dentro del mundo del fútbol, un deporte en el que los resultados marcan la orden del día. 

Incluso aquellos proyectos deportivos que han sido ejemplo de estabilidad en LaLiga en los últimos años tampoco escapan a la necesidad de incorporar caras nuevas a sus clubes. Bien sea porque el ciclo anterior se ha terminado o, como suele ser más habitual, por incumplimiento de las expectativas previstas, los entrenadores suelen ser el foco principal de estos cambios.

En la 'clase media' del fútbol español encontramos algún que otro ejemplo de cara a esta nueva campaña. El más visible es el del Sevilla, un club con pedigrí que en sus últimas campañas en el balompié nacional ha estado lejos de sus épocas de mayor lustre.

El encargado de tratar de devolver ese prestigio al club hispalense será Francisco Javier García Pimienta. El de Barcelona, a sus 50 años, asumirá una de las 'naves' más inestables de la Primera División. Su llegada al banquillo del Ramón Sánchez-Pizjuán no ha estado exenta de críticas. Aunque la apuesta de la dirección deportiva, liderada por Víctor Orta, parece clara. 

A favor del técnico catalán está su buen gusto por el juego combinativo, con un sello marcado de su periplo por las categorías inferiores del Barcelona. Allí, en La Masía, conquistó una UEFA Youth League y, tras cuatro temporadas en el filial azulgrana, dio el salto a la élite con la UD Las Palmas. Artífice del último ascenso de los insulares a Primera, su equipo fue de lo más destacado en la primera vuelta del pasado curso, pero sufrió un importante bajón en el último tramo de la campaña. Es algo que no podrá permitirse en un Sevilla en el que la exigencia será máxima por parte de todos.

Quien tomará su relevo en el conjunto canario será Luis Carrión, cinco años más joven que él y que estuvo muy cerca de alcanzar la categoría de oro con el Oviedo la anterior campaña.

De orígenes barceloneses como García Pimienta, al que se enfrentará en la primera jornada, el catalán tampoco tendrá un desafío fácil. La UD Las Palmas vivirá su 75º aniversario con una plantilla profundamente renovada, con más de una decena de altas y bajas, a la que tendrá que poner en marcha desde el primer momento si no quiere coquetear pronto con el 'infierno'. 

Seguir la estela

Quien también flirteó con el descenso en la 2023/24 fue el Mallorca de Javier Aguirre, que ahora dará paso a una nueva etapa tras la marcha del técnico mexicano.

Su relevo será Jagoba Arrasate, otro técnico que tratará de dotar al conjunto bermellón de la estabilidad necesaria y, de paso, de consolidar su crecimiento en el panorama nacional. Intensidad, fútbol vertical y el colectivo por encima de la individualidad es el libreto del de Berriatua, que vivirá una nueva experiencia tras casi seis años al frente de Osasuna.

Un cuadro navarro que será dirigido por Vicente Moreno, que tendrá la ardua tarea de seguir el buen trabajo de su predecesor. Aunque si alguien puede recoger el testigo es el 'hombre de los ascensos' (hasta cuatro en su carrera como entrenador). Su mentalidad ganadora apunta a ser el mejor aval para que el conjunto pamplonés siga siendo un conjunto rocoso y competitivo que aspire a seguir 'dando guerra' esta temporada.