El aula dedicada al trastorno del espectro autista (TEA) del IES Sefarad cumple diez años de existencia, un hito que la comunidad educativa celebró con una gala cultural en el auditorio del centro. La efemérides reunió a «todos los protagonistas» de una iniciativa pionera, una apuesta que convirtió al instituto del Casco Histórico de Toledo en el primer centro de secundaria de Castilla-La Mancha en disponer de este recurso.
«Costó, fue un cambio de concepto, pero diez años después vemos que está funcionando», explica Óliver Garvín, director del Sefarad. Desde su creación, más de 30 alumnos han disfrutado de un programa que ha favorecido su inclusión. Cada curso, son aproximadamente ocho los escolares integrados en estos espacios.
Los alumnos del Sefarad con trastorno autista trabajan tanto en su clase normalizada como en las aulas específicas, donde les atiende un equipo formado por un docente de pedagogía terapeútica (PT), otro de audición y lenguaje (AL) y un asistente técnico educativo (ATE) que «complementan el trabajo del resto de los docentes».
Garvín subraya el valor humano de los profesionales relacionados con la diversidad educativa. Los apoyos se prolongan a lo largo de las diferentes etapas; durante el bachillerato, estos alumnos permanecen tutorizados.
La «normalización total» del espectro autista amplía las experiencias de los docentes y del resto de compañeros. Vencida la resistencia por el temor que suponía su inclusión en clases normalizadas, la convivencia resulta enriquecedora. Garvín saluda «las particularidades, la anticipación y el sentido del humor» como aspectos diferenciales de este grupo. La mezcla deviene en una «formación que todo el mundo agradece».
La provincia cuenta con 26 aulas TEA. El delegado provincial de Educación, José Gutiérrez, detalla la existencia de este recurso en cuatro colegios de la capital regional, Rosa Parks, Escultor Alberto Sánchez, Santa Teresa y Virgen del Carmen; también, y además del Sefarad, en el instituto Princesa Galiana. La inclusión se adivina como una «prioridad educativa» para el Gobierno de Castilla-La Mancha y el próximo presupuesto prevé 195 millones de euros para tal partida.
El trabajo de los equipos docentes se refuerza con las familias, el Cermi y otras entidades.