Una novela «coral», aunque hayan sido dos las autoras de la ficción. Esther Ruiz y Micaela Gómez, autoras que firman bajo el seudónimo de Gilda Jaén, un guiño a la tierra natal de ambas, han culminado una ficción colmada de mujeres, un canto que tiene de «columna vertebral» la amistad.
Mujeres que se ríen de todo es una novela «muy rica en emociones», asegura Gómez. La coautora se felicita por haber creado un texto «que remueve, que hace cuestionarse cosas». Más allá del entretenimiento de la lectura o de la carcajada que parece prometer el título, el relato creado por las dos jienenses se adentra en la intimidad de sus protagonistas, en su realidad familiar o laboral.
«Volver a Toledo a presentar la obra es una cosa maravillosa, aquí fue donde arrancó todo gracias al premio Princesa Galiana», recuerda Ruiz. La novela conquistó la decimonovena edición del certamen de narrativa femenina que otorga el Ayuntamiento. La ciudad «nos trae suerte», apostilla Gómez.
La novela describe a «personajes que no son buenos o malos, sino que tienen una balanza», dice Ruiz. Estos perfiles abiertos profundizan en la fuerza de sus protagonistas, «mujeres reales con vidas interesantes». Mujeres que se ríen de todo cuenta, además, la historia de amor entre dos de ellas. Las dos autoras lamentan la escasa presencia que las relaciones homosexuales femeninas han tenido en la historia de la literatura. Asimismo, afean la abrumadora apuesta por «mujeres que solo hacen el papel de sufridora», otro tópico que esta historia cuestiona. La voz la llevan «mujeres que han toreado situaciones muy difíciles en la vida», añade Gómez, aunque tan cotidianas personalidades brillan en otras facetas que no han de relacionarse de manera exclusiva con el drama.
La novela «se apoya en dos pilares, el amor y el dolor», subraya Gómez. A lo largo de la narración, estructurada en capítulos muy breves, lo que le otorga «dinamismo», subyace «un hilo muy fino que va de uno a otro». De vuelta a la idea que encabeza el libro, la risa resulta «liberadora porque viene del dolor». Clara y Elena son los dos personajes principales; una de ellas, paciente de cáncer.
Ambas escritoras definen como «una locura» el proceso creativo que terminó por alumbrar un texto que ha necesitado de «un espacio de generosidad» y un ejercicio de «confianza» para culminar con éxito. «Hemos tenido suerte y nos ha salido bien: somos amigas», agrega Gómez. Por su parte, Ruiz detalla que «es la primera vez que lo hemos hecho», más allá de algunos esbozos pretéritos que no llegaron a ver la luz.
La presentación de la primera edición de la novela tuvo como escenario la Biblioteca de Castilla-La Mancha. Condujo el acto Elvira Rivero, coordinadora de la Asociación de Libreros de Toledo, quien aseguró que tras dos lecturas de la obra no ha sido capaz de desentrañar qué partes corresponden a cada una de las autoras.