Con el motivo de celebrar el V aniversario de la creación de la Sanidad Militar española, el Museo del Ejército ha dedicado a esta efeméride su vitrina Alfa. 

El primer hospital de campaña del que se tiene constancia fue el que se instaló en la batalla de Toro (1476), pero  el primer hospital militar fijo, creado a instancia de la Reina Católica, es en el sitio de Baza en 1489, pudiendo afirmarse que  «La medicina militar moderna, nace con los hospitales de campaña que el ejército de los Reyes Católicos empleó en la conquista de Granada…» (Lain Entralgo, Pedro. Historia de la Medicina.1978)

Surgen por la necesidad de hacer frente a los tres graves problemas que se presentan  con los heridos en campaña: combatir el dolor, la hemorragia y  la infección, que a la postre causarán más bajas que las propias heridas. Además, la entrada en escena de la artillería y las armas de fuego ligeras, sitúan a la medicina de campaña ante heridas a las que hasta ahora no se había enfrentado.

La Sanidad Militar durante el reinado de los primeros borbones representa uno de los grandes éxitos de la Ilustración en nuestro país. No solo se organizó la presencia médica en las unidades, sino que se trató de mejorar la formación de los médicos, conocidos hasta entonces como 'matasanos', creando instituciones formativas, tanto de cirujanos como de farmacéuticos. 

Es con Felipe V cuando se produce una revolución en el aspecto sanitario. En 1702 se asignó un cirujano a cada batallón y tras la Ordenanza de 1704, se introdujeron los hospitales de ejército, formados por un doctor, un cirujano mayor, un boticario, dos ayudantes de cirujano mayor, doce practicantes y treinta mulas para transportar los equipos y heridos. Ya en 1710, en la Plana Mayor de cada Regimiento, se incorporó un cirujano mayor y un médico.

Por impulso de Juan Higgins, que llegó a ser primer médico de cámara del rey, se aprobaron en 1721 las «ordenanzas de hospitales», representando el nacimiento de la sanidad militar como cuerpo. Pero será el de 1739, el que regularía tanto la organización y funcionamiento de los hospitales fijos y de campaña. 

La sanidad Militar ha ido evolucionando al ritmo de los Ejércitos hasta lo que hoy en día conocemos y continúa siendo elemento clave para el buen funcionamiento del Ejército en operaciones.

El material expuesto consiste en una maqueta de un furgón mixto de cirugía y farmacia realizado sobre el año 1900. Es un carruaje de cuatro ruedas para tiro de cuatro caballos. La caja rectangular del carruaje se divide en compartimentos para almacenar la dotación del material que transportaba y que se puede ver en las cartelas que lo acompañan. Las puertas inferiores, una vez abiertas, servían de mesas de trabajo. Contaba con depósito de agua y palanganas para la limpieza de manos. En el techo o imperial, se abren dos arcos sobre los que se colocaba una lona impermeable. Los soportes laterales delanteros llevan los faroles de alumbrado y los traseros los de nacionalidad y neutralidad.