La Asociación Protectora de Animales de Talavera (Apata) ha asegurado que hay quienes están utilizando sin ningún tipo de autorización municipal jaulas para atrapar palomas en los tejados de varios edificios de la ciudad. Así lo apuntó a este periódico el secretario de la organización, Celestino de la Torre, quien señaló que ya han localizado este tipo de trampas en un bloque de oficinas que está frente a la Biblioteca Municipal ‘José Hierro’, además de en otro inmueble ubicado en la calle San Isidro.
Apata considera que estos sistemas para controlar la población de aves en los entornos urbanos están justificados únicamente cuando se demuestre de forma científica la relación entre su presencia y los daños que puedan ocasionar en la estructura o en la cubierta de los edificios. Sobre este punto, la asociación considera que la simple presencia de excrementos de paloma en terrazas o balcones, así como la sensación visual de su excesiva proliferación en zonas muy concretas, «no son razones justificadas para la intervención de un Ayuntamiento, ni la de una comunidad de vecinos privada».
En esta misma línea, la protectora resalta que, cuando esté justificada la reducción de palomas porque se haya registrado una elevada población o porque su presencia genera demasiada suciedad en edificios, calles u otro tipo de espacios urbanos, el mejor sistema para hacerlo es la instalación de inhibidores colocados en las estructuras de los inmuebles, al igual que la colocación de redes en cubiertas, cornisas y apoyaderos, de tal forma que todo ello impida a las aves posarse en estos puntos.
En relación con esta cuestión, Apata reconoce que estos mecanismos «pueden ser más caros a corto plazo», pero resuelven el problema de manera definitiva y, sobre todo, son menos agresivos para los animales.
Para que todo este asunto deje de ser un problema, la Asociación Protectora de Animales talaverana considera que el Consistorio ha de contratar los servicios de empresas especializadas y constituidas legalmente para el control de aves, ya que estima que este tipo de compañías son las únicas que están facultadas y convenientemente preparadas para resolver este contratiempo.
Igualmente, el colectivo pide que, si se instalan en los tejados jaulas para atrapar a las palomas, se coloquen recipientes con agua y comida para que las aves puedan sobrevivir durante su encierro. De esta manera, una vez que las jaulas estén llenas, creen que lo más adecuado sería liberar a los ejemplares en zonas controladas donde tengan más posibilidades de sobrevivir.