Cerámica, patrimonio, cultura... y mucho más

L.G.Colao
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La ciudad es escenario y alma de una manifestación artística por excelencia, la cerámica, pero también es patrimonio histórico-artístico, naturaleza, deportes o la mejor gastronomía

Cerámica, patrimonio, cultura... y mucho más - Foto: Manu Reino

Talavera de la Reina es cerámica, es origen del mejor barro y los mejores ceramistas, cuna de una alfarería con historia y tradición mundialmente conocida y cuyas técnicas artesanales han sido  reconocidas por la Unesco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Talavera es Ruiz de Luna, es Guijo, Niveiro, es Alfar de Nuestra Señora del Prado, pero también es Centro Cerámico, San Ginés, Artesanía Talaverana o Cerámicas Adeva... ceramistas, alfareros, pintores y pintoras.

Talavera es alfares, barro, tornos y hornos, es excelencia, son las imágenes bíblicas del Pórtico de la Basílica delPrado y su interior, la Capilla Sixtina de la Cerámica, es greca renacentista, es amarillo y azul, también blanco, son los bancos cerámicos de la plaza del Pan, la fachada del Teatro Victoria, el retablo de Santiago y la ruta de los murales, que hacen de la ciudad un auténtico museo de cerámica al aire libre, seña de identidad local y orgullo de Talavera y su comarca.

Las joyas cerámicas de gran valor artístico e histórico que atesora la ciudad son una de las bases para que el turismo de Talavera siga creciendo. Tanto en el Museo de Cerámica Ruiz de Luna, donde se guardan auténticos tesoros del arte más talaverano, como en los múltiples ejemplos en calles y plazas, Talavera respira cerámica, forma parte de su cultura, también de su alma.

Cerámica, patrimonio, cultura... y mucho más Cerámica, patrimonio, cultura... y mucho más - Foto: Manu ReinoPero, aunque es mucho y muy grande, la cerámica talaverana no soporta por completo los pilares del turismo local. Junto a estas obras magníficas y los artistas que las han consolidado en el tiempo, la ciudad de Talavera de la Reina ofrece mucho más al visitante, cultura, patrimonio histórico y artístico, historia, gastronomía, deportes y una naturaleza que la acoge y rodea como núcleo de una comarca con infinidad de joyas naturales.

Dentro del patrimonio monumental la Basílica del Prado, en los Jardines del mismo nombre, y junto a la plaza de toros donde murió Joselito en 1920, y el templo de Santa María La Mayor-La Colegial, además de la coqueta iglesia de Santiago, son las mejores muestras de que Talavera bien merece una visita, o dos.

La primera, bautizada como la Reina de las Ermitas por Felipe II y casa de la patrona de la ciudad, fue elevada a la categoría de Basílica por el Papa JuanPablo II. La Colegial, en la plaza del Pan, fue nombrada así en julio de 1211. De estilo mudéjar, presenta un espectacular claustro gótico construido hacia el año 1469.

La pequeña iglesia de Santiago El Nuevo es monumento nacional desde 1931 y un bello ejemplo del arte mudéjar que no deja a nadie indiferente.

Murallas y torres albarranas. Más allá de la arquitectura religiosa, Talavera presenta una red de murallas de las mejor conservadas de España, y originales. En sus estudios y rehabilitación para su apertura a la ciudadanía, se ha descubierto que su origen árabe es incluso anterior, de época tardo-romana. Su visita permite conocerlas desde dentro pero también ofrece una imagen diferente de la ciudad, desde las alturas, una experiencia difícil de olvidar.

Las murallas talaveranas no estarían completas sin las torres albarranas, torres defensivas del Siglo XIV adosadas al primer recinto amurallado, que hicieron que la ciudad fuera considerada como una de las más seguras durante siglos. Estas enormes torres de planta rectangular dejaban discurrir debajo de ellas el foso, y sus frentes se enlazaban con otro recinto defensivo paralelo al principal, la barbacana. Originariamente se construyeron 17, todas del siglo XIII.

El entorno natural de Talavera, liderado por el río Tajo, es digno de admirar.Paisajes naturales que incluso pueden recorrerse en piragüa, bajo los numerosos puentes que dan forma a la ciudad, el romano, el Reina Sofía o de Hierro, característico por su forma y color, o el de Castilla-La Mancha, el segundo puente atirantado más alto de Europa, con casi 200 metros de altura. En el área natural, Talavera cuenta con áreas recreativas, senderismo y de ocio que completan una visita a una ciudad que en los últimos tiempos también ha destacado por su gastronomía, tradicional y de vanguardia, lo mejor a la mesa.

Pero también son turísticas las ferias y fiestas de Talavera, algunas de ellas reconocidas entre las más antiguas de España como las Mondas, y donde las tradiciones y la unión con los pueblos de la comarca se erigen como los grandes protagonistas. En este caso, los carneros de Gamonal, que llevan las ofrendas a la Virgen, y el intercambio de bastones en la Basílica, tienen también mucho que decir.

En el aspecto más lúdico, la Semana Santa y las ferias de mayo y septiembre, en honor a San Isidro y San Mateo, respectivamente, se ganan cada año el reconocimiento como una de las mejores de la zona centro de España.

Talavera es mucho, Talavera siempre es más.