El harakiri de Vasile: «Yo no quería matar a Jesús»

J.Moreno
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El acusado usa el turno de última palabra para inculparse de la muerte del septuagenario en Gálvez y responsabilizar a Emilia, herida en la acometida, de un fatal triángulo sentimental

El harakiri de Vasile: «Yo no quería matar a Jesús» - Foto: David Pérez

Vasile sorprendió ayer de nuevo a propios y extraños, incluido a su abogado, durante el turno de última palabra delante del tribunal del jurado. La intervención postrera de los procesados suele ser breve; acaso un último alegato de inocencia o un perdón a los allegados de la víctima. Pero este rumano de 50 años, ayudado por la intérprete, empleó 12 minutos para descargar la responsabilidad de la muerte de Jesús Bejerano en Emilia, la pareja, y para entonar una suerte de canto de cisne inculpatorio en la última frase: «Emilia me llevó a esta situación. Yo no quería matar a Jesús».

Con esta declaración inculpatoria, finalizó la tercera sesión del juicio por la muerte del vecino de Gálvez el 19 de diciembre de 2021. Expuestas todas las pruebas y tras un intento denodado del abogado de la defensa de virar la munición de pruebas contra Vasile, el procesado contrarió su propia estrategia y trató de justificar el desenlace sangriento de aquella noche.

Para ello, alteró la composición aceptada de inicio por la Fiscalía en el juicio de que los compatriotas eran expareja aquel 2021. La mujer, herida también durante la acometida, había reconocido ya en la segunda sesión que se encontraba a solas con el acusado por puro miedo.

Vasile explicó que aterrizó en España de la mano de Emilia, a quien había conocido en Rumanía gracias a Georgina, testigo presencial también de la muerte de Jesús. Según su relato, mantuvo desde entonces frecuentes encuentros sexuales con la mujer, incluidas citas en el propio domicilio de Jesús.

«Piénsatelo bien porque podría ser tu padre», aseguró que aconsejó a Emilia, quien mantenía una relación con Jesús, de 77 años y con 42 más que la mujer. Vasile aseguró que actuó por celos en las agresiones a Jesús previas a diciembre de 2021. Justificó también su ingreso en prisión en dos ocasiones por las lesiones a Emilia por esos celos.

Este hombre corpulento e impertérrito durante las tres sesiones del juicio sollozó incluso durante su testimonio. «Creo que estaba conmigo por sexo, y con Jesús, por dinero», manifestó. En este sentido, el procesado añadió que Jesús enviaba periódicamente efectivo a Rumanía para ayudar a los hijos de Emilia.

El triángulo descrito hacía temer a Vasile un desenlace fatal en un estado alterado de embriaguez o consumo de drogas.

El procesado reprochó que la investigación de la Guardia Civil excluyera la revisión de su móvil, incautado, y con información de los mensajes entre Emilia y él.

Su turno de última palabra desmontó el intento de su abogado de oficio de hacer dudar al tribunal del jurado sobre la culpabilidad del crimen. «Me ha llevado la contraria en todo», apuntó el letrado en las conclusiones, como un augurio de la posterior confesión de su defendido.

Vasile, enfundado en chándales durante las tres sesiones del juicio, se levantó de la silla, acomodó las manos para ser engrilletado y regresó a la cárcel de Ocaña I antes de la deliberación del jurado, cuyo inicio está previsto hoy. Mientras abandonaba la sala, y tras esos 12 minutos de última palabra, se despidió con 'hasta luego'. Probablemente, regrese dentro de unas horas para escuchar el veredicto.

Los forenses y las puñaladas: «Las dos heridas son muy profundas»

Los especialistas consideran que el arma del crimen tenía la hoja más larga y ancha que la identificada como la causante de las puñaladas

Los forenses protagonizaron parte de la tercera sesión del juicio con una descripción y una valoración de las heridas de Jesús y Emilia. El hombre recibió dos puñaladas «muy profundas» en el hombro, la primera de la acometida, y en la espalda. Además, revelaron que la septuagenaria carecía de lesiones propias de una actitud defensiva.

Los forenses señalaron que el arma señalada por la Guardia Civil como la usada en el crimen es compatible con las heridas, pero apostillaron que debió de utilizarse una más grande y más ancha de hoja.

Sobre las heridas de la mujer, el forense aseguró que ninguna supuso un riesgo vital y consideró que se trataban más bien de cortes. No obstante, consideraron compatible con un intento de protección de un ataque al cuello una presentada a la altura del hombro.

Por otro lado, la Fiscalía y la acusación particular, que representa a Emilia y a la hija, mantuvieron los cargos contra Vasile. El ministerio fiscal pide 23 años de prisión por los delitos de homicidio, lesiones de género, allanamiento de morada y quebrantamiento de condena.

La acusación particular pedía inicialmente 24 años de prisión con la inclusión de tentativa de homicidio. Elevó finalmente la reclamación al pasar de los seis meses de prisión por allanamiento a los dos años de cárcel.