El Gobierno de Castilla-La Mancha ha declarado de emergencia la ejecución de todas las obras necesarias para restaurar las infraestructuras de la comunidad autónoma afectadas por la reciente DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos). Esta decisión, anunciada ayer por el consejero de Fomento, Nacho Hernando, fue ratificada en la última reunión del Consejo de Gobierno, que ha acordado acelerar los trámites para iniciar cuanto antes las labores de reconstrucción en las zonas más afectadas.

Hernando ha explicado que las intensas lluvias provocaron daños en numerosos tramos de la red de carreteras regional, ocasionando desde desprendimientos de taludes hasta problemas de drenaje y acumulación de sedimentos en cunetas, dificultando la circulación y poniendo en riesgo la seguridad vial. 

La provincia de Toledo es una de las más perjudicadas, con 21 carreteras que necesitan obras de reparación (CM-401, CM-403, CM-4052, CM-4059, CM-410, CM-3001, CM-3003, CM-4004, CM-4006, CM-4051, CM-3130, CM-4017, CM-4116, CM-40, CM-43, CM-4013, CM-4050, CM-403, CM-4006 A, CM-4001 y CM-3000), con una inversión de 1.381.875 euros.

Este impacto no se limita a Toledo, ya que otras provincias de Castilla-La Mancha también han registrado desperfectos en sus infraestructuras viarias, que requieren intervenciones urgentes. 

En total, el Gobierno regional ha estimado una inversión de 7,5 millones de euros para cubrir las reparaciones en todo el territorio, una cifra que incluye tanto obras menores como reconstrucciones más complejas.

El consejero de Fomento subrayó la necesidad de restaurar la conectividad de las infraestructuras para garantizar el acceso a servicios básicos y reactivar la economía de las áreas afectadas. Según afirmó, el plan de emergencia permitirá agilizar los procesos administrativos y, en última instancia, empezar a ejecutar las obras en el menor tiempo posible para restablecer la normalidad en las zonas dañadas por el temporal.