Raphael Dias Belloli se ha pasado dos años y un buen pico bajo la lupa. Intentando demostrar que era un futbolista de 'nivel Barça' y que los 58 millones que se habían pagado por él no se trataban de una oscura operación de mercado veraniego, de esas en las que representantes e interesados 'trincan' en la sombra. De hecho, hasta que aquel 13 de julio de 2022 firma por el Barcelona, Raphinha solo era «un buen futbolista» incrustado en la cantera del Vitoria de Guimaraes, perfilado por un bloque de captación de talento como el Rennais y elevado a la Premier en 2020 gracias a los 19 millones de euros que pagó el Leeds.
El cuadro inglés acababa de regresar a la élite de la mano de Bielsa y el 'Loco' eligió al brasileño como uno de los futbolistas de recorrido y compromiso que podía dar estabilidad al proyecto. Fueron dos años, 67 partidos, 17 goles y 12 asistencias. Unos números que, a priori, no justificaban esos casi 60 millones que desembolsaba un conjunto azulgrana en plena crisis económica… maquillada a base de 'palancas'.
La operación (y el rendimiento del jugador) ha estado en permanente entredicho en 'can Barça'… hasta este curso, en el que Hansi Flick ha logrado sacar la mejor versión de Raphinha (Porto Alegre, 14 de diciembre de 1996). De entrada, su versatilidad, un elemento desconocido en el atacante, que siempre había jugado pegado en la banda. El técnico alemán ha aprovechado su verticalidad y capacidad de tirar desmarques constantes para darle protagonismo en todas las zonas del césped: ante el Athletic jugó como interior, contra Valencia y Rayo Vallecano lo hizo como mediapunta y frente al Valladolid como extremo derecho.
Fue en esta última jornada cuando reclamó todos los focos: marcó el primer 'hat-trick' de su carrera, fue el que más disparó a puerta (cinco), el segundo que más ocasiones de gol generó (cuatro) y que más centros puso al área pucelana (11). Raphinha, como venía reclamando buena parte de la afición, al fin se vistió de figura.
El cambio
«Se siente muy libre en el campo. Es importante que abra espacios para todos sus compañeros. Hace muchas cosas y todas bien. Ha disputado cuatro partidos fantásticos», decía Hansi Flick en la conferencia de prensa tras el partido. El '11' del Barça suma tres dianas y tres asistencias en cuatro encuentros, y se ha alejado mucho de ese futbolista de 60/65 minutos que usaba Xavi Hernández junto a la cal. La irrupción de la mejor versión de Pedri, la llegada de Dani Olmo y su compenetración con Lamine Yamal (tres pasadores estupendos) juega en beneficio de un futbolista que devora metros a gran velocidad e intensidad.
Flick quiere jugadores comprometidos e intensos en sus proyectos. Tipos con la capacidad defensiva de Raphinha, un futbolista que suple su falta de regate 'puro' con buenos movimientos al espacio. «Sabía que esta temporada era importante para mí», decía el sudamericano, que después de la Copa América no tomó todos los días de permiso que le correspondían y viajó directamente a la gira americana de su club.
El vestuario también aplaude esta versión mejorada del brasileño. En apenas dos temporadas se ha ganado a la gente: fue votado por sus compañeros como el cuarto capitán del bloque y, tal y como cuentan en Barcelona, pasa muchos minutos en los entrenamientos con los más jóvenes, preocupado por su evolución e integración en el primer equipo. En el 'verano de Nico Williams' y los constantes rumores, Raphinha terminaba tras el 7-0 ante el Valladolid con una amplia sonrisa en la cara y una frase nítida: «El partido ha confirmado que no hace falta que lleguen nuevos jugadores». Para 'nuevos', él mismo.