El presidente del Grupo Parlamentario Vox, David Moreno, se hizo esperar. Concluyó el debate de las enmiendas parciales del Partido Popular y era el turno de los grupos parlamentarios para fijar posiciones. La vicepresidenta de las Cortes, Josefina Navarrete, llamó a Moreno pero no se encontraba en el salón de Plenos. Tuvieron que ir a llamarlo. Minutos después, Moreno hizo su entrada en la sala y se dirigió directamente a la tribuna de oradores para justificar su voto en contra al proyecto de Ley de Presupuestos de Castilla-La Mancha para 2024.
Aseguró que estas cuentas son «una mala noticia para los castellano-manchegos» porque no resuelven sus problemas, entre los que enumeró las listas de espera, el desempleo o la crisis de los sectores productivos. En definitiva, unos presupuestos que solo sirven para «mantener una casta política y aumentar asesores y colocaciones a dedo», pues, a su entender, el PSOE «vive del dinero público de todos castellano-manchegos». Es más, consideró que Emiliano García-Page «ha recolocado a todos sus exalcades y esa ha sido una de sus prioridades», por lo que «votamos en contra porque no queremos ser cómplices».
El consejero de Hacienda, Juan Alfonso Ruiz Molina, cerró el debate afeando al portavoz de Vox que no estuviera en la sala en el momento de fijar la posición de su grupo. «Siento enormemente que le hayan tenido que despertar de la siesta para poder intervenir en el pleno», dijo el consejero, que ironizó que el cansancio del diputado «no será por lo que han trabajado en este presupuesto», criticando también que el trabajo parlamentario «le queda bastante grande».