Ecologistas en Acción critica que los pueblos ribereños de Entrepeñas y Buendía decidan sobrevivir, usar el agua de sus ríos y embalses –suyos porque pasan por allí; anegadas sus tierras desde que tres cuartos de siglo atrás cerraron las presas–, y plantear proyectos que en cualquier otro sitio obtienen el marchamo de sostenibles y con todos los parabienes incluso del establishment ecologista. Dos proyectos: un barco que recorra Entrepeñas, y un campamento con tirolinas y cosas de multiaventura en Buendía, con unos cuantos alojamientos, pocos.
Proyectos que se van a pagar con el dinero que el Gobierno de España debe a los municipios ribereños desde el año 2007. Y que sí, van a poner en el mapa de una vez por todas a unos cuantos pueblos condenados y ninguneados durante décadas, que han perdido un 25-35 % de población en lo que llevamos de siglo. Desconozco el porqué de la oposición y la estrategia. Ecologistas en Acción tiene a muy buena gente a pie de campo, aguerrida y con conocimiento.
Desconozco, como digo, las razones profundas para oponerse a los proyectos y tildarlos de disparate. Pero sí conozco los proyectos, porque participé desde un lustro atrás en su gestación. Y no hay nada de "insostenible y fantasioso" en ellos. Al contrario. Están muy pegados al territorio y desarrollan sus potencialidades. Hay barcos fluviales navegando por el Tajo en Cedillo en Alcántara; también en los Arribes del Duero y en el Júcar, por poner sólo algunos ejemplos. Y no pasa nada, ahí siguen los alimoches, las águilas reales y las cigüeñas negras. ¿Por qué Entrepeñas y Buendía han de ser diferentes también en esto? Y albergues y tirolinas… su afectación al ecosistema promete ser brutal…, sí… Los proyectos, repito, no implican ningún impacto. Bueno, reconozco que uno sí, y muy importante: poner a Entrepeñas y Buendía en el mapa, crear un tejido económico y social dedicado a vivir del entorno, de un desarrollo sostenible ligado al paisaje y su calidad, a los elementos patrimoniales, etnográficos y ambientales. Y del agua. Del agua del Tajo y del Guadiela, de unos niveles óptimos de llenado de los embalses. Es decir: presionar e incidir en el cierre del trasvase Tajo-Segura. Porque se nos olvida que en Entrepeñas y Buendía no hay sequía, que hay saqueo por un trasvase que no se cierra gobierne quien gobierne, y que con una gestión hiperanual de ambos, se garantizan recursos adecuados en cabecera para el mantenimiento de una lámina estable, y para satisfacer la demanda de caudales en el Tajo aguas abajo de Bolarque.
En Murcia y Valencia sí que se han dado cuanta de la jugada, y ya hacen pinza con Ecologistas en Acción, que qué se han creído los del Tajo. Allí sí que saben de qué va la cosa. Normal, llevan levantándonos la cartera desde hace medio siglo, y ahora les salen aliados a pie de hidrocolonia.
Esta tarde me gustaría estar a pie del Guadiela, en el tajo que recorre entre Villar del Infantado y San pedro Palmiches, contemplando a los barbos inmensos remontar la corriente fría y transparente. O en Ercávica. O tomándome algo en la terraza de Alocén, con todo el mar de Entrepeñas al mediodía, viendo como trepan las tormentas imprevisibles de la Alcarria. Tantos lugares… Deseo lo mejor a la gente de los pueblos de Entrepeñas y Buendía. Su historia es de supervivencia y adaptación. Y en la mejor tierra. Espero que puedan, por fin, vivir de ella. Y de su agua, de sus ríos, de sus embalses.