Javier López

NUEVO SURCO

Javier López


La isla de estabilidad

17/07/2024

Dice el vicepresidente de Castilla-La Mancha, José Luís Martínez Guijarro, que Castilla-La Mancha es una «isla de estabilidad». Lo dice a cuenta del acuerdo entre los dos grandes partidos para reformar el Estatuto, algo sin duda inédito en los tiempos convulsos en los que vivimos desde hace demasiado tiempo y teniendo en cuenta que a nivel nacional lo único consensuado que ha parido, digo estos tiempos tremendos, ha sido un acuerdo in extremis para renovar la cúpula del Poder Judicial, tutelado por las instancias europeas como si nuestra peculiar aula política tuviera categoría de parvulario.
Para definir la peculiaridad castellanomanchega en el gran desconcierto nacional llevo tiempo utilizando la expresión 'Aldea Gala' que suena menos institucional que lo de Martínez Guijarro pero resulta simpático y expresivo.  En el mundo de Axtérix y Obelix, no menos curioso que nuestro hábitat regional, el reducto acotado donde vivían era un remanso de paz y  buenas vibraciones que no parecía tener relación con la convulsión provocada por el ambiente romano circundante, aunque al mismo tiempo no dejaban de tener una  conexión polémica y conflictiva con ese mundo. Es algo así como lo que ocurre en Castilla-La Mancha en relación con lo que predomina en el resto de comunidades autónomas españolas.
Lo vimos la pasada semana. Casi al mismo tiempo que se conocía el preacuerdo entre los dos grandes partidos en Castilla-La Mancha, Vox anunciaba la ruptura de sus pactos de gobierno con el PP en al menos cinco comunidades. El mapa autonómico salido de las elecciones de hace un año queda tocado, y, aunque el PP siga gobernando, tendrá que buscar apoyos parlamentarios que pueden ir en la dirección marcada desde Castilla La Mancha. De manera que tras el desplante de Vox, el PP puede imitar en las autonomías que gobierna lo que se hace en Castilla- La Mancha.
Vox se ha quedado al margen en Castilla-La Mancha de un acuerdo canalizado por el carril central. ¿Sería imaginable algo así en el resto de España?. Con la actual dinámica imposible, aunque la espantada de Vox lo hace más fácil. El problema es también Pedro Sánchez y sus pactos. Lo que resulta inimaginable es que en el resto de España los dos grandes partidos puedan llegar a un acuerdo sobre financiación autonómica, pongamos por caso, mientras la dependencia del gobierno de grupos independentistas y del todavía prófugo Puigdemont siga teniendo los niveles que tiene ahora. De manera que todo parece indicar que Castilla-La Mancha seguirá siendo una isla, una peculiar aldea gala, una suerte de excepción que confirma una regla, una excepción marcada desde la gran llanura central de la península donde no se pueden entender financiaciones singulares y otras argucias dialécticas para introducir en el sistema mercancía muy averiada resultante de juegos muy a corto plazo.
El recorrido del nuevo estatuto todavía es largo, pero si se confirma todo lo previsto supondrá una actualización de lo que quedó escrito negro sobre blanco en los primeros años ochenta, cuando hasta resultaba problemático determinar qué debía abarcar y qué no lo que con los años se ha consolidado como una comunidad autónoma sobre la base de lo que geográficamente, más que a efectos administrativos,  se denominaba desde la conquista del Reino de Toledo por Alfonso VI, Castilla la Nueva, aunque sin Madrid y con Albacete, en el caso de Castilla-La Mancha. 
Con el nuevo estatuto volverá a incrementarse el número de diputados autonómicos, algo que resultaría más aceptable si ese aumento fuera acompañado de una representación más comarcalizada (pero esta opción no se contempla) y en las negociaciones sobre el reglamento de las Cortes, que también va en el paquete, se establecerá la sesión de control, que puede dar mucha más visibilidad al líder del segundo partido. Muy positivo que se blinden derechos que ya deben estar consolidados  y que se establezca que problemas como la despoblación son estructurales en nuestra tierra y requieren, como ya quedó de manifiesto en la ley contra la despoblación, un tratamiento transversal y alejado de visiones excesivamente sectarias o partidistas. El nuevo estatuto será la clave de  bóveda de esta isla de estabilidad, o de esta 'aldea gala', donde Axtérix y Obelix podrían encontrar un buen escenario para sus aventuras, que ya tenemos el precedente exitoso de Puy de Fou.