El CD Illescas no es capaz de reconducir su trayectoria. Son ya seis derrotas seguidas, con la del sábado en Cáceres, por eso, su entrenador, Diego Caro, ha pedido a todos «un paso adelante». Es verdad que las máximas tienen que ser las de siempre: «Seguir trabajando para intentar que cambie la dinámica cuanto antes».
Y es que, frente al CP Cacereño, se vio a un cuadro toledano de dos caras contrapuestas. «Hasta el gol estuvimos mal, tanto con balón como a nivel defensivo, siempre muy incómodos y sin adaptarnos al rival y al campo; nos desbordaron con facilidad», explica el preparador cordobés.
Según cuenta, «llegaron mucho y pusieron centros laterales, así que estuvimos superados hasta el gol». A partir de ahí, añade, «crecimos un poquito, intentamos adelantar las líneas para estar más en campo contrario, aunque sin ocasiones de gol claras, salvo la última con el larguero». Considera anecdótico el 2 a 0, «ya volcados y con los centrales arriba».
Preguntado por el cambio de sistema, el andaluz reconoció que probó el esquema con tres centrales «para intentar ser más seguros defensivamente, estar más juntos, más arropados, porque nos enfrentábamos a un gran rival que nos iba a poner en dificultades».
Pero insistió en que estuvieron «mal». También apunta a que tuvieron «mucho desgaste en conducciones», aunque, sobre todo, lo que no le gustó es que vio a un equipo, el CD Illescas, «muy tierno atrás, que concedió demasiados centros laterales, y, claro, alguno te rematan, sobre todo porque tienen delanteros muy intuitivos que se adelantan a los centrales».
Caro se preocupa lo justo por la situación, porque cree que «todavía quedan veinte partidos», así que «es momento de levantar la cabeza y seguir trabajando». Sí que piensa que debería acabar ya la plaga de bajas: «Necesitamos a los lesionados, para dar más competitividad y porque estamos muy justos».