No sé a ustedes, pero a mí me preocupa la deriva que están tomando muchas sociedades supuestamente desarrolladas. Cada vez veo más "talibanes" en Occidente, donde se supone que todos disponen de información libre y desde distintos prismas, siendo nacidos y criados en democracia.
No crean que estos 'integristas' pertenecen a una misma corriente, no. Lo hay de derechas, de izquierdas, de arriba y de abajo. Como ejemplo, sobra con ver lo que pasa en Estados Unidos y en España con Donal Trump y Pedro Sánchez. Es una verdadera paradoja que cuando el primero es condenado por varios delitos, aumente su popularidad y la recaudación de las donaciones para su campaña.
El caso de Pedro Sánchez, de ideología supuestamente contraria a la de Trump, es el mismo. Pedro Sánchez es el modelo al que no debería seguir nadie. Con una mínima solvencia moral: ególatra, embustero, traidor a cualquier promesa, embaucador de telenovela… sin embargo mantiene varios millones de seguidores dispuestos a ponerlo sobre la peana de santo y depositar en él el futuro de España, aún sabiendo que está dispuesto a venderla por parcelas, como hacían los especuladores del pasado siglo.
Muchas personas piensan que esto ocurre por ignorancia. No lo creo en absoluto. Hoy día, al menos los residentes en Europa y Estados Unidos disponen de información sobrada y asequible como para tener una opinión con fundamento. A mi juicio el problema es más grave y se asienta sobre dos patas a cual más perniciosa: la primera es el bienestar sin esfuerzo que genera una corrosiva flacidez moral. La segunda es la creencia de que ese bienestar es inalienable y se disfruta por derecho propio sin que nadie nos pueda privar de él.
Esta creencia es un error mayúsculo ¿por qué no les preguntan a los muchos venezolanos que ha tenido que emigrar a nuestro país, cómo les va con Maduro? Venezuela era un país rico y con un sistema democrático. Actualmente el pueblo venezolano vive en la miseria y carente absolutamente de libertades. Porque la libertad y la verdadera democracia son bienes que hay que cuidar con esmero, porque no se mantienen sin la firme vigilancia de la sociedad.
¿Qué moral y capacidad de resistencia puede tener quien se emociona y se deja convencer por una carta lacrimógena, tan falsa como pusilánime? Es increíble que haya personas que se presten y se sientan orgullosas de ser consideradas perros como exclamó la actual candidata del PSOE al Parlamento Europeo. Porque es la misma actitud de los partidarios del absolutismo cuando desengancharon los caballos del coche de Fernando VII para engancharse ellos mismos al grito de ¡Vivan las cadenas!... eso fue en el siglo XIX.
En España tenemos la suerte de ser parte de Europa y disponer de instituciones de ese ámbito, que por el momento nos están salvando, al menos formalmente, del totalitarismo. Sin esas instituciones, el poder judicial español estaría ya ocupado por incondicionales de Pedro Sánchez, como ya lo está la Fiscalía y el Tribunal Constitucional y eso hubiera sido el final de nuestras libertades, así de clara y así de grave es la situación.
El próximo domingo tenemos la oportunidad de expresar cual es nuestra voluntad, si queremos defender nuestra libertad o queremos engancharnos al coche de Pedro Sánchez. Elegiremos entre ser ciudadanos o miembros de una secta.