La OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) celebra sus bodas de titanio, sus 75 años buscando garantizar la libertad y la seguridad de los países aliados basándose en la búsqueda de soluciones pacíficas. Pero atendiendo a las definiciones, quizá las dos palabras que mejor resumen su filosofía sean: «armonía y equilibrio».
El teniente general Fernando López del Pozo, director general de Política de Defensa (Digenpol), aseguró esta mañana que el reto y el objetivo es alcanzar armonía y equilibrio, «la solución que busca España con su política de defensa», pero es consciente de que resulta «muy complicado» en un contexto internacional «con amenazas multidireccionales» que exigen «un enfoque muy amplio» en la alianza atlántica.
Respecto a la salud de la OTAN en sus 75 años de vida, Occidente que tiene que preguntarse si está en un momento Churchill o Chamberlain, como se cuestionó recientemente el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, y López del Pozo tiene clara la respuesta: «La OTAN está actualmente en un momento Churchill» en relación a Rusia tras su invasión a Ucrania, un planteamiento que indica «que hemos espabilado».
El pasado volvió a ser ayer protagonista en la XXXVI edición del Seminario Internacional de Seguridad y Defensa organizado por la Asociación de Periodistas Europeos, en relación a los objetivos de la OTAN. Con estas palabras, trató de aclarar si en estos momentos se busca una política de apaciguamiento como la del primer ministro inglés, Chamberlain, poco antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial, o la que aplicó Churchill, que prefirió abrazar una política disuasoria.
En esta balanza, la OTAN ha pasado por una y otra postura en relación a Rusia. El secretario general de Política de Defensa recordó que a finales de los noventa había diálogo, pero tras la invasión de Georgia en 2008 todo cambió «y se empezó a ver símbolos claros de que la cosa no iba bien». Por tanto, la alianza superó «del momento Chamberlain», que finalizó en 2014 tras la anexión de Crimea.
López del Pozo, remarcó que las relaciones con Rusia están en un «momento Churchill», aunque de alguna manera se sigue buscando la armonía al tener claro «que Putin pasará y Rusia seguirá estando ahí».
A pesar del grave conflicto y de las amenazas rusas, considera necesario que la OTAN se acerque al pueblo ruso «con su política de puertas abiertas» intentando la comunicación, llamando y recordando lo que su hospitalidad plantea: «si usted quiere venir y cumplir las condiciones, nosotros les acogemos. Pero nosotros no vamos a por ustedes».
Más allá del conflicto de Rusia, López del Pozo destacó «la solidaridad y la fortaleza» de la alianza atlántica lograda «por el esfuerzo de sus miembros». Y uno de sus éxitos palpables ha sido su crecimiento a lo largo de los últimos treinta años duplicando el número de países.
Pero sin duda, uno de los logros más llamativos sea el hecho de que los países más pequeños y con menor potencial se sienten «cómodos» en la OTAN porque se cuenta con ellos y las decisiones se toman «por consenso».
Por su parte, la coordinadora de programas de la oficina de diplomacia pública de la OTAN, Paula Redondo, remarcó que la alianza atlántica se centra «en celebrar la libertad de los países para integrarse en una organización que les protege».
Redondo se refirió también a la próxima cumbre de la OTAN que se celebrará en Washington, una importante cita que ayudará a fijar la coordinación y la prestación de ayuda a Ucrania, una misión que la OTAN puede terminar liderando.