La huelga en el transporte de viajeros por carretera, a la que en Castilla-La Mancha estaban llamados 4.000 trabajadores, ha tenido un seguimiento «masivo» en la región, según los sindicatos, que lo han cifrado en el 100 por ciento, a pesar de los «elevados servicios mínimos».
En Toledo, decenas de trabajadores se han concentrado a las puertas de la Delegación del Gobierno para exigir la aplicación de una jubilación anticipada específica por las condiciones de riesgo del trabajo en el sector. No han sido muchas las incidencias en el transporte escolar, al que se ha prestado especial atención por las consecuencias que podría suponer.
El secretario general de Fedeto, Manuel Madruga, habló ayer en Talavera de una huelga en que se «están cumpliendo escrupulosamente los servicios mínimos» por lo que no se habían generado mayores incidencias», dijo.
En cuanto al motivo de la huelga, aseguró que la patronal «no se opone en absoluto» a las medias que solicitan trabajadores en cuanto a la jubilación anticipada. «Nos oponemos a lo de siempre, que unos convocan una fiesta pero pretenden que paguen otros» ya que la propuesta es que la seguridad social de esta prejubilación «corra a cago de la empresa y eso es inasumible en unos momentos en lo que todos los impuestos ha subido de manera total y absolutamente desproporcionada».
Madruga indica que la administración últimamente ha abandonado el diálogo y solo impone al empresario lo que debe de hacer, y pide al Estado que asuma su responsabilidad. «Papá Estado vale para unas cosas pero mamá empresa está ya agotada de dar lo que no puede dar», asegura.
En este sentido, asegura que los trabajadores pueden tener razón en sus peticiones «ya que a una determinada edad, las condiciones ya no son las mismas» pero pide que el peso no recaiga siempre en las espaldas del empresariado.