El conductor de Gesmat observó el martes hacia las 22 de la noche una anomalía mientras completaba el itinerario de recogida de la basura en el término de Urda, un pueblo manchego de 2.500 habitantes. La señal detectada aminoró la gravedad del incendio extendido en el interior de la carga, donde acumulaba unos 3.000 kilos de residuos. Entre el deshecho, unas cenizas o unas brasas mal apagadas que pudieron ocasionar un grave percance. El trabajador volcó inmeditamente el contenido en una calle a las afueras del núcleo urbano.
Así lo explicaba ayer a este diario el alcalde de Urda, Manuel Galán, quien hace hincapié en que los vecinos deben aguardar a que se enfríen las cenizas y las brasas para tirar el contenido en los contenedores. El Ayuntamiento advierte de ello, desde hace tiempo, en los recipientes, pero un descuido originó probablemente esta incidencia, visible todavía en la calle Barrionuevo.
«Estas acciones desembocan en la reposición de contenedores con el coste económico que ello conlleva y lo más importante el peligro para los vecinos, viviendas y vehículos. Es muy peligroso para el profesional encargado de la recogida y los vecinos, puesto que el hidráulico y el combustible puede acelerar el proceso de incendio», recalcaba el Ayuntamiento de Urda en el mensaje de advertencia difundido horas después del incidente del martes por la noche. Asimismo, anima también a denunciar las imprudencias
Los bomberos del Consorcio del parque de Orgaz se desplazaron a la calle Barrionuevo para sofocar las llamas. Ahora, el Ayuntamiento de Urda retira paulatinamente los 3.000 kilos de basura que volcó el conductor para que el incidente fuera leve.
El alcalde menciona que los problemas de incendios de contenedores por las cenizas o las brasas ocurrían con mucha frecuencia, pero no había antecedente en los dos últimos años.