Practicó fútbol cuando era niño, y en 2021 decidió apuntarse al gimnasio para ejercitarse con máquinas y pesas. Empezó a entrar en contacto con la modalidad de powerlifting, y se dio cuenta de que le gustaba. No se lo pensó, y ahora ya se puede decir que es una de sus pasiones. Comenzó con entrenamientos, y el pasado 26 de octubre pudo debutar en su primera competición, en El Viso de San Juan, en el AEP3, una prueba clasificatoria.
Su nombre es Brahim López-Brea, y tuvo el honor de ser el primer deportista adaptado en participar en una prueba convencional. «Era mi debut, y la verdad que estaba bastante nervioso, pero, después de calentar, me tranquilicé, y al final disfruté muchísimo», reconoce el toledano.
Brahim sufrió la amputación de su antebrazo izquierdo, pero quiere dar visibilidad a esta práctica deportiva sin que sus limitaciones sean un obstáculo. Todo lo contrario. Pero lo cierto es que el atleta de la Asociación Powerlifting Toledo no puede levantar peso en las mismas condiciones que uno convencional.
El capitalino se ayuda de un arnés para la modalidad de peso muertoDe hecho, ha tenido que buscarse adaptaciones. Para la modalidad de press banca, Brahim utiliza solo un brazo. En esta cita, llegó a levantar 45 kilos, cuando normalmente, los competidores suelen llegar a 100 o 115. Asimismo, en sentadilla, tenía como objetivo levantar 200 kilos, pero se quedó en 195. «No lo agarro igual, y tengo que colocar la barra por encima del brazo izquierdo, en vez de por el hombro», explica el atleta.
Pero es en peso muerto donde el toledano ha tenido que buscarse las mañas para poder participar. Para ello, utiliza un arnés enganchado al tronco de su cuerpo. «Es como una cuerda de escalada; se lo vi a un deportista estadounidense, y lo tuve que comprar por Internet», explica. En este caso, levantó 210 kilos.
La experiencia ha sido «muy satisfactoria», como él mismo reconoce. Cree que los levantamientos están dentro de los márgenes de su preparación, y está dispuesto a repetir el próximo año. Porque, en verdad, a Brahim López-Brea la competición no es lo que más le llena. Le gusta el proceso entero. «Esto acaba de empezar, no tengo prisa; me gusta seguir entrenando y disfrutar de todo el camino, porque si no, no sirve de nada», comenta.
El capitalino se ayuda de un arnés para la modalidad de peso muertoLo trabaja unas dos horas tres o cuatro días por semana, consciente de que se trata todavía de un deporte minoritario que, eso sí, comienza a despegar poco a poco en España. Alberga la posibilidad de que acaben organizándose competiciones adaptadas, que todavía no existen, porque, por sus condiciones, por el total de peso levantado, «es muy difícil que me clasifique para torneos», argumenta el capitalino, que tampoco persigue este objetivo.
Por lo pronto, celebra ser el primer atleta de powerlifting adaptado que ha conseguido entrar en una lista de competición de la Asociación Española de Powerlifting (AEP) como adaptado. «Quería probar, y la primera vez se te pasan muchas cosas por la cabeza, pero luego te acabas animando», concluye.