Los sindicatos apuntan a un seguimiento masivo de la primera de las siete jornadas de huelga convocadas en el transporte por carretera de viajeros entre las personas conductoras que no han sido designadas para la prestación de servicios mínimos y, por tanto, han podido secundarla.
La huelga, que se inició a las 00:00 horas de este lunes, ha sido convocada por CCOO y UGT para pedir la aplicación de coeficientes reductores en la cotización a la Seguridad Social de los conductores profesionales, que les permita jubilarse antes de la edad ordinaria por el riesgo de la actividad, así como la jubilación parcial voluntaria.
El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha criticado la negativa de la CEOE a negociar mejores condiciones laborales para los trabajadores del sector del transporte de viajeros y ha pedido al Ejecutivo central que se plantee un "coeficiente de reducción para la edad de jubilación".
"No hay ningún país en la Unión Europea en el que los conductores tengan que arrastrar su vida laboral hasta los 67 años, porque es absolutamente imposible que una persona que ha empezado a conducir un autobús o un camión a los 20 o a los 25 años, cuando llegue la edad de jubilación, a los 67, esté en condiciones de continuar conduciéndolo", ha lamentado antes de la asamblea de delegados a la que ha acudido en Zaragoza.
A la protesta han sido llamados más de 80.000 conductores de autobuses urbanos, interurbanos, escolares y discrecionales, además de los de grúas autopropulsadas.
La movilización se extenderá también a los días 11, 28 y 29 de noviembre; 5 y 9 de diciembre; y a partir del 23 de ese mes podría convertirse en indefinida, si no se llega a un acuerdo con la parte empresarial en los mismos términos que el que se firmó con las patronales del transporte de mercancías la semana pasada. Seguimiento al 100 % en varias comunidades
UGT ha cifrado en un 100 % el seguimiento de la huelga en comunidades como Madrid, Asturias, Aragón y Valencia, donde la totalidad de las personas conductoras de la EMT Valencia han paralizado su actividad.
La participación en Galicia ha sido igualmente elevada, y en Andalucía, con un 98 % de seguimiento, sin que se produjera ningún incidente importante en ninguna comunidad.
También CCOO ha asegurado que el seguimiento es total de quienes pueden hacer huelga, a pesar de algunos servicios mínimos "desproporcionados y poco justificados".
'Estos afectan al 75-80 % de los servicios en hora punta, según los representantes sindicales, que resaltan que llegan incluso al 100 % en algunos "que ni siquiera son esenciales".
En Barcelona, la jornada ha arrancado también sin incidentes destacados, según Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), que informa de que han salido la mitad de los autobuses de un lunes normal y que ha aumentado un 6 % el pasaje en el metro respecto al de la semana pasada.
Según la UGT catalana, el seguimiento ha sido de en torno al 80 % en toda Cataluña, de un 85 % en la provincia de Barcelona y en el área metropolitana de Barcelona de un 90 %, mientras que CCOO habla de un seguimiento masivo, del 100 % en las cuatro capitales de provincias catalanas.
En Euskadi, el seguimiento ha sido masivo en Vizcaya, pero menor en Álava y se espera que sea amplio en Guipúzcoa.
En Canarias, según la Federación de Empresas del Transporte (FET), el seguimiento es total y se respetan los servicios mínimos, pero en el discrecional privado, prácticamente todos los trabajadores han acudido a su puesto y se han cubierto las rutas de los colegios.
El hecho de que, por precaución, el sector turístico hubiera suspendido las excursiones y visitas, unido a que este lunes no había una actividad fuerte en puertos y aeropuertos, han contribuido a la tranquilidad de la jornada.
También en Baleares, en Palma de Mallorca, se cumplen los servicios mínimos, con un 45 % de los trabajadores secundando el paro, aunque ha habido algunas líneas afectadas por las fuertes precipitaciones registradas en Mallorca esta madrugada. Normalidad, aparte de algunas lunas rotas y demoras
Las principales patronales del sector, Confebus y Atuc, coinciden en señalar que la jornada transcurre casi con total normalidad y ausencia de incidentes, aparte de algunas lunas rotas.
Confebus -que representa al transporte de viajeros interurbano- habla de un grado de cumplimiento de los servicios mínimos superior al 95 % y que las empresas están realizando servicios muy por encima de los mínimos fijados.
La Asociación de Transportes Públicos Urbanos y Metropolitanos (Atuc) señala que la jornada se está desarrollando "sin mayores consecuencias" y sólo ha habido pequeños incidentes provocados por piquetes, generando algún retraso en unas pocas salidas de algunas ciudades, al tiempo que informa de que el cumplimiento de los servicios mínimos está siendo del 100 %.
Ambas patronales lamentan no haber podido llegar a un acuerdo para evitar la huelga, a pesar de los esfuerzos realizados, y aseguran que seguirán dialogando durante los próximos días para buscar una solución a esta situación de bloqueo.
Atuc destaca, asimismo, que hay numerosas empresas de transporte urbano que cuentan con un sistema de jubilación parcial a partir de los 62 años y que, por tanto, consideran inapropiada la convocatoria de esta huelga. OCU recuerda a los usuarios afectados sus derechos
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha recordado a los usuarios afectados por la huelga su derecho al reembolso del billete y a una posible indemnización, así como la forma de reclamarlos.
Los derechos de los viajeros en autobús y autocar en caso de retrasos o cancelaciones están recogidos en un reglamento europeo que establece el derecho a obtener el reembolso del billete o, en su defecto, a la compensación en forma de abono cuando corresponda.
Si se trata de viajes de larga distancia, el usuario tiene además derecho a presentar una reclamación para solicitar una indemnización en función del retraso sufrido, que va del 50 % al 100 % del precio del billete.
En cualquier caso, OCU recuerda que puede exigirse a la compañía una indemnización por cualquier problema o perjuicio sufrido como consecuencia del retraso o la cancelación, como la pérdida de un enlace con otro medio de transporte o la imposibilidad de disfrutar de un alojamiento ya pagado, entre otros.