A pesar de que el optimismo sobre un alto el fuego en la Franja parecía ya prácticamente perdido, las reuniones mantenidas en los últimos días en Tel Aviv entre una delegación egipcia y responsables israelíes han logrado «avances notables» que devuelven un pequeño rayo de esperanza al asediado enclave.
Según fuentes próximas a las conversaciones, la parte hebrea estaría dispuesta a detener las operaciones militares durante unas seis semanas y a permitir el regreso de los desplazados al norte de Gaza, mientras que dio su visto bueno inicial para un intercambio de rehenes por presos palestinos. En concreto, el Gobierno de Benjamin Netanyahu estaría interesado en la puesta en libertad de 33 retenidos por razones humanitarias.
Una propuesta que ya ha llegado a Hamás, según confirmó el número dos del movimiento islamista, Jalil al Haya, quien afirmó que el nuevo plan está bajo estudio y que darán una respuesta una vez hayan terminado de evaluarlo.
No obstante, insistió en que el grupo mantiene como condiciones inapelables la retirada de las fuerzas hebreas del enclave, el retorno de los desplazados y la entrada sin restricciones de ayuda.
«No queremos mantener a estos prisioneros», hizo saber sobre los secuestrados que están en sus manos desde la masacre del 7 de octubre en Israel, detonante de la actual guerra. «Vamos en serio cuando hablamos de su liberación, pero la falta de los progresos en las negociaciones se debe a la intransigencia israelí», zanjó.
En las últimas horas, fuentes oficiales del Estado judío han avisado de la importancia de esta última propuesta porque la entienden como la oportunidad final que tiene Hamás de aceptar un alto el fuego o, de lo contrario, el Ejército lanzará su esperada ofensiva a gran escala en la ciudad de Rafa, en el sur de Gaza, último refugio de cientos de miles de palestinos desplazados por la fuerza por los bombardeos.
Es más, según fuentes próximas a la ronda de contactos entre las partes, Tel Aviv no permitirá que el grupo palestino se demore para estudiar el nuevo plan. «O acuerdo ahora, o Rafa», avisó un responsable israelí, antes de trasladar que están absolutamente convencidos de que es allí donde se esconde el considerado como arquitecto de la matanza de octubre, el líder de Hamás en Gaza, Yahya Sinwar.
Por otro lado, el grupo islamista publicó un nuevo vídeo de apenas tres minutos en el que aparecen dos rehenes que, entre lágrimas, piden al Gobierno israelí un acuerdo de tregua para regresar a casa.
«Por los que siguen vivos -para que puedan recuperarse- y por los que están muertos -para que tengan un entierro digno-. Es hora de que Netanyahu demuestre con acciones su compromiso con los ciudadanos», censuró el Foro de Rehenes y Familias Desaparecidas, un organismo que representa a los allegados de los secuestrados.