Progresa adecuadamente. Dos palabras que se ponían hace años en el boletín de notas en los colegios sin entrar en muchos más detalles. Una calificación que podría rescatarse ahora con acierto para evaluar el funcionamiento del Juzgado de Violencia sobre la Mujer, un órgano de ámbito comarcal que agrupa los partidos judiciales de Toledo capital, Illescas, y Orgaz, que se puso en marcha el pasado 31 de marzo tras años de peticiones.
Evaluar el funcionamiento de este nuevo juzgado es complejo porque todavía no ha cumplido un año de actividad, pero lo cierto es que ha ido cogiendo rodaje y dejando atrás distintas deficiencias con las que se estrenó hace casi ocho meses en una sede temporal, a la espera del traslado a la semicubierta del Palacio de Congresos cuando se adecue el espacio, sin una plantilla de funcionarios adecuada que se ha ido corrigiendo, y en horario reducido.
Este nuevo juzgado está sujeto a frecuentes reuniones de seguimiento que implican a todos los sectores judiciales, a la Policía Nacional, la Guardia Civil y el Colegio de Abogados. A través de estas reuniones se intentan corregir «las disfunciones» que todavía se observan para que coja el mejor funcionamiento posible y gane eficacia en la resolución de los casos que asume de tres partidos judiciales de la provincia.
La última comisión de seguimiento se celebró la semana pasada. Así lo indica el decano del Colegio de Abogados de Toledo, Ángel Cervantes, que considera que este juzgado «progresa adecuadamente», aunque tampoco esconde que necesita ir limando algunas deficiencias que sigue arrastrando de esos primeros meses.
«Mi sensación es que va a mejor y el juzgado está mejor coordinado en estos momentos», explica Cervantes, consciente de que se ha avanzado «en la mejora de horarios», en sincronización y en agilidad respecto a la labor de los abogados en los procedimientos por violencia de género. «Ahora vemos las diligencias antes», apunta. Además, valora el esfuerzo y «la voluntad» de la magistrada del juzgado y de todo el personal para sacar el trabajo adelante.
La carga de actividad de los tres partidos judiciales no es equitativa. Illescas acapara el 80% más o menos de la actividad; según calcula Cervantes, Toledo capital, el 15%; y Orgaz únicamente un 5% del volumen total de casos que asume a diario este juzgado ubicado en el Palacio de Justicia de Toledo.
En principio, no se puede hablar de que el nuevo juzgado presente saturación, aunque hay días que la actividad es intensa en función de las diligencias, la adopción de medidas, los juicios, los nuevos casos...
Mejoras. Con la entrada en funcionamiento de este juzgado, que se demoró tres meses porque estaba previsto para principios de año, se han conseguido mejoras reivindicadas desde hace años, como el hecho de que las mujeres víctimas dispongan de una pequeña salita de espera que garantiza que no tendrán contacto visual con el agresor.
«El juzgado no es perfecto, pero hemos ganado todos», confiesa el decano del Colegio de Abogados, una institución que también ha arrimado el hombro para agilizar la actividad. Los abogados intentan cumplir la máxima de «presentarse tras una llamada a la mayor brevedad a pesar de disponer de un plazo de tres horas».
Otro asunto pendiente de limar guarda relación con las demarcaciones. En este caso, Cervantes señala que el manejo de demarcaciones por parte de la Guardia Civil cuando se registra un suceso no es el mismo que manejan los abogados, que se guían por los partidos judiciales, con lo que también se producen ciertas disfunciones a la hora de que las partes se pongan en contacto. Sin embargo, considera que son ajustes con solución en estos próximos meses y entiende que las reuniones de seguimiento periódicas terminarán de pulir el día a día de este juzgado de violencia comarcal, el segundo específico de la región, contando con que el primero se encuentra en Albacete capital.