Estas Navidades no puede faltar en ninguna casa el mazapán de Toledo. El tradicional producto llega esta vez por partida doble, en las mesas, como postre de la cena, y como llamada a la suerte. Porque la Once hace un homenaje este 24 de diciembre, domingo, al tradicional producto toledano al dedicarle su cupón del Sueldazo Fin de Semana.

El delegado de la Once en Castilla-La Mancha, Carlos Javier Hernández, ha destacado con cariño que este cupón será «muy especial» para todos los trabajadores vinculados con Toledo. Se enmarca en una colección de dulces, que se está desarrollando este año, y «lleva  en cupón durante varios domingos los sabores más dulces de España». Lógicamente estas fechas y más concretamente el día 24, día de familia y encuentros en una mesa, «no va a faltar mazapán de Toledo». De forma que el mazapán artesanal de la IGP Toledo es el protagonista.

Hernández ha agradecido el esfuerzo de los artesanos del mazapán, que muchas veces son empresas familiares, que pertenecen a economía social del entorno, que  da raigambre al territorio, cohesiona y da recursos. Es además un dulce muy identificado con Toledo, gracias al trabajo de estos artesanos.

Unos 190.000 vendedores venderán este cupón de cara al fin de semana. Si la tirada del mismo es de cinco millones de cupones, aproximadamente en 2,6 millones, los que no se venden por máquina, aparecerá impreso el mazapán de Toledo. Como todos los domingos, dejan un gran premio de 300.000 euros al contado y un sueldo mensual durante veinte años, además de otros premios menores.

Pero sobre todo, detrás del cupón está la labor social que la ciudadanía ya conoce, que transforma las vidas. El cupón, recordó el delegado de Once, cambia la vida de la persona a la que toca, pero también cambia la vida a diario de quienes pueden vivir gracias al mismo.

De forma que Hernández recomienda comprar al menos dos cupones, para que si toca uno, nos podamos quedar con el otro de recuerdo.

El producto. Cándido Peces, presidente de la IGP Toledo, ha agradecido a Once la deferencia con el sector y con el mazapán Toledo. Se trata, recordó, de un producto muy ligado a tradición y más a la tradición navideña, por lo que «regalarnos el día 24 el cupón es una magnífica idea, esta fecha nos encanta».

Peces apuntó que este año va a ser para el sector «regular, tirando a bueno», aunque «todavía nos falta rematar la faena». Lo principal es que, tras la covid, esta por fin es «una campaña muy normal, dentro de la estabilización de la producción en lo anterior a la pandemia». El sector, eso sí, ha tenido que aguantar la subida de precios de las materias primas. En su mayor parte, los obradores han decidido no repercutir estas subidas ha la clientela.

El mazapán, recordó, es un producto sumamente tradicional, que se está adaptando también a los gustos de los más jóvenes con la incorporación, por ejemplo, de chocolate. Pero  lo que más gusta siguen siendo las figuritas o las marquesas. Según tienen estudiados, los españoles se acercan al mazapán de niños y pasado el bache de los 25 a 35 años, vuelve a comer mazapán «y es raro una casa en la que no hay mazapán en para visitas o para regalar».

Peces también destacó el trabajo de los profesionales que, año tras año, hacen el trabajo de forma muchas veces fija discontinua. El secreto del mazapán toledano está en esa profesionalidad. Y ojo, que hay relevo generacional.

Lo que no termina de ser un hecho es la exportación, que solo está entre un cinco y un diez por ciento de la población, y mayoritariamente a un público hispano, que lo ha conocido de niño. El gran problema está en el precio de la materia prima, que al repercutir en el cliente desincentiva a quienes no lo conocen.