Han pasado 18 años desde que el inmueble conocido como Hospitalito del Rey cerrara sus puertas para afrontar una profunda reforma que lo convertiría en la principal residencia de mayores del Casco Histórico. Sin embargo, la mayoría de edad le ha otorgado otra funcionalidad. Pese a que abrió sus puertas el pasado mes de julio, ayer se inauguró oficialmente como Residencia Comunitaria 'Hospital del Rey'. En otras palabras, como Centro Regional de Salud Mental, pese a contar con la oposición de hasta una plataforma creada durante los años en los que ha permanecido inactivo.
El caso es que el inmueble del siglo XVII ya está operando con estas determinadas funciones que pretenden «dignificar la vida de las personas que allí residen», tal y como explicó en el acto inaugural Luis Alberto Casas, responsable técnico de la Fundación Socio Sanitaria de Castilla-La Mancha.
Este señaló que gracias a centros como el que se sitúa en el corazón del Casco Histórico toledano ayudan a cambiar el estigma que durante años se ha establecido frente a los pacientes con trastornos mentales. De hecho, Luis Alberto Casas explicó que esta nueva residencia comunitaria es un centro abierto, «como ejemplo frente a los que creen que sus residentes deben estar encerrados y atados». Todo lo contrario. La treintena de personas que actualmente ocupan el 50 por ciento de las plazas disponibles «se sienten totalmente libres» de su estancia en el centro y pueden entrar y salir diariamente del mismo.
Los Reyes inauguraron este jueves la residencia comunitaria 'Hospital del Rey'. - Foto: Yolanda LanchaAdemás, los propios usuarios manifestaron ayer su satisfacción por el tratamiento que reciben en el día a día por los diferentes trabajadores, 61 en total entre todas las áreas. Precisamente, la reina Letizia, durante la charla que ha podido mantener con usuarios y monitores, les comunicó que «habla mucho y muy bien del centro que haya el doble de trabajadores», para que a los principales beneficiarios del funcionamiento del Hospitalito del Rey como centro de Salud Mental no les falte de nada.
Dichos usuarios no cuentan con unos requisitos específicos que cumplir para acceder a las plazas ofertadas, pero los responsables del centro sí que detallaron que intentan atraer en primera instancia a los residentes que sean de Toledo o de entornos cercanos, porque «es fundamental que se sientan cerca de sus familias». Después de eso, Casas informó de que debe ser un psiquiatra profesional quién les recomiende su ingreso en una residencia comunitaria de este tipo, valorando cada caso personalizado una comisión del Sescam.
Aunque ahora los residentes cuentan con un período estimado de estancia de aproximadamente cinco años, pueden irse antes si su situación lo requiere. De hecho, el proceso los llevaría a independizarse después a una vivienda supervisada, de las que Toledo cuenta con cuatro de ellas, dos en el Casco Histórico, una en el Polígono y otra en Santa Bárbara.
El consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, celebró haber transformado un espacio histórico que «hace no mucho estaba derruido» en un centro para ayudar a las personas y aseguró que aunque ahora haya 30 personas «pronto tendrá las 60 plazas cubiertas».