Aquellos que recuerden la afluencia de público a La Caprichosa en las últimas dos décadas, esbozarán una sonrisa con el hecho de ver programados dos festejos taurinos en la próxima feria de San Isidro. 

Si bien es cierto que en el terreno de los despachos el mérito es de Antonio Rubio, flamante nuevo propietario del coso, en el ruedo el resurgir de la afición y la afluencia de los toros a Talavera de la Reina, tiene un nombre propio: Tomás Rufo.

El matador de toros de Pepino irrumpió con fuerza en el orbe taurino hace un puñado de temporadas. Desde entonces, fuera de territorio talaverano, nadie discute que se sienta en la mesa de las figuras, comparte carteles con ellos, lleva gente a la plaza y lo más importante, cosecha triunfos de relevancia siendo base de muchos carteles.

Pero en Talavera, pequeña Galia de Tomás, no solo es eso, sino que es el alma de la vuelta de la ilusión a La Caprichosa y a su comarca. Al rebufo de sus triunfos los talaveranos se han animado a volver a los toros. A llenar los tendidos, a que la plaza tenga ese ambiente que otro tiempo pasado tuvo, y sobre todo a comenzar a hacer kilómetros para ver a su torero, porque Tomás, además de ser patrimonio de la tauromaquia, es bandera de los talaveranos.

Y por si fuera poco una taza, dos. El veneno del mundo del toro se ha debido colar y aferrarse en la familia, y es ahora el hermano pequeño, Pedro, el que comienza a dar sus primeros pasos vestido de luces. Presentación y paso a la final en el Certamen Kilómetro 0 de Vistalegre, indulto en Sonseca dentro del Certamen Promesas de Nuestra Tierra, y triunfador del prestigioso Bolsín Taurino de Bougue, es la carta de presentación de un joven novillero que, a pesar de cosas por pulir, se le atisba la clarividencia del toreo en sus formas y se le presume un futuro muy halagüeño.

Una doble cita, el sábado 18 y el domingo 19, donde se verá lo más granado del escalafón de matadores de toros y de novilleros sin picadores. La corrida del sábado, contará con un cartel formado por José María Manzanares, Juan Ortega y Tomás Rufo; mientras que la novillada sin picadores hará lo propio con Marta Martín, Esteban Gordillo y Pedro Rufo.

La primera de las citas sigue la fórmula que tan buen resultado está dando en Talavera. Sobre la piedra angular de Tomás Rufo, dos figuras del toreo que acompañen al torero de Pepino y que redondeen un cartel que pueda ser propio de cualquier feria. 

En este caso, José María Manzanares vuelve a Talavera tras su triunfo de 2022, donde desorejó al primero de sus oponentes de aquella tarde. Astados de Juan Pedro Domecq en un cartel que completaron El Juli y el propio Rufo.

Completa el cartel Juan Ortega, en lo que será su presentación en Talavera, en una temporada que está siendo muy importante para él y que a buen seguro, podrá corroborarse en el coso de la cerámica.

En el apartado ganadero, vuelve a Talavera la ganadería de Alcurrucén. La divisa de la familia Lozano ya estuvo presente en este coso en el festejo de San Isidro de 2022 y 2023, paseándose seis y siete orejas respectivamente de las diez reses lidiadas.

Para la jornada del domingo, también a las 18:30 horas, se ha programado una interesante novillada sin picadores, en lo que se traduce en una apuesta por el futuro. Al ya citado nombre de Pedro Rufo, hay que sumarle los de Marta Martín y Esteban Gordillo, en lo que supondrá la primera edición del Certamen Taurino «Ciudad de la Cerámica».

Martín alumna de la Escuela Taurina de Valdemorillo, y reciente ganadora de la primera edición de la 'Vid de Plata' celebrado el pasado mes de marzo en la Finca Feligrés

Por su parte, Esteban Gordillo, debutó la pasada temporada de luces en Valmojado, cosechando triunfos en Quismondo y en la plaza de toros de Toledo, donde en el festejo con motivo de las fiestas del mes de agosto, dejó una gran imagen. Una novillada retransmitida por CMM y que puso al toledano en boca de muchos aficionados que esperan que pueda continuar por esa senda del éxito y confirme lo que esbozó en aquella noche de Toledo.

Para esta cita, los erales reseñados pertenecen a la ganadería toledana de José Manuel Escolar, que pasta en Navamorcuende, tiene encaste Domecq vía Garcigrande-Domingo Hernández, lo que hace que sea una materia prima inmejorable para una cita que pretende ser un escaparate y trampolín para las jóvenes promesas.

Dos citas de máxima relevancia en ambos escalafones, cargadas de alicientes, y que deberían poblar los tendidos de La Caprichosa, reverdeciendo épocas doradas; y quien sabe, si colgando un cartel de "No hay billetes", o quizá dos.