El concejal fuensalidano Borja Sánchez-Heredero entró el viernes en los portales 5 y 7 de la calle de Isabel de Portugal para comprobar el tapiado de las casas. «Es tremendo», suelta en palabras a este diario por los destrozos y la suciedad acumulados en esos pisos que habían quedado perfectos, para entrar a vivir, años atrás. La empresa quebró, y estas viviendas nuevas quedaron a merced de los ocupas. El equipaje de los moradores incluía kilos de inseguridad y plantaciones de marihuana.
Tanto, que el equipo de Gobierno encabezado por José Jaime Alonso se propuso desde el inicio de la legislatura enjuagar la calle de Isabel de Portugal, formada únicamente por cuatro portales con ocupas. Sólo dos inquilinos pagan cuotas de alquiler.
La Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) asumió estas viviendas con el descalabro de la empresa, y a ella se ha dirigido constantemente el Ayuntamiento para resolver unas ocupaciones arrastradas desde años atrás. Después de meses de requerimientos, el empeño municipal surtía efecto y lograba un golpe de efecto: el corte de la luz en los inmuebles.
Fuensalida y su misión contra los ocupasEntre los efectos también, que parte de los ocupas entraran en el Ayuntamiento entonces, a finales de octubre, y subieran hasta el despacho del alcalde. Alonso y su equipo estaban fuera por una reunión en Toledo, y la Policía Local dispersó a los concentrados.
El 19 de marzo, el Ayuntamiento de Fuensalida coordinó unas intervenciones junto con la Policía Local y la Guardia Civil para tapiar 20 de esas viviendas 'okupadas' en estos portales de tres plantas. «Estos inmuebles ocupados servían para que los delincuentes cultivaran droga, provocando problemas de seguridad para todos los vecinos. Aún queda mucho trabajo, pero el Consistorio seguirá luchando contra un problema que genera delincuencia e inseguridad», sostiene el Consistorio.
El Ayuntamiento de Fuensalida habla hoy en pasado porque la gran mayoría de los ocupas han abandonado estos inmuebles después del corte de la electricidad en octubre. No obstante, algunos han instalado generadores de luz para resistir en estas viviendas.
«Está todo destrozado. Habrá que rehabilitar las viviendas», apostilla Borja, aún perplejo por el estado de las casas. Ahora, el Ayuntamiento se plantea intervenciones en más partes del pueblo contra la ocupación; más relajadas, eso sí, porque son ocupaciones sin el agravante de la inseguridad.
«Este Ayuntamiento será inflexible ante este tipo de hechos, para lo cual es vital el trabajo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, así como la colaboración de los vecinos, denunciando situaciones molestas de aquellos que no respetan la propiedad privada ni el descanso de los demás», reclama.