La lluvia vuelve a perjudicar a la Semana Santa toledana. Después de hacer que la Caridad se volviera a su sede el pasado martes o que la Humildad retrasara su horario en el día de ayer, en esta ocasión ha dado un paso más y ha obligado a la cofradía de Nuestra Señora del Amparo a suspender su procesión convocada un año más para las 20:30 horas del Jueves Santo. Horas más tarde, ya oficialmente en Viernes Santo, ni el Cristo de la Vega ni la conocida como la procesión del Silencio pudieron procesionar por el mismo motivo.

En lo que respecta a la Hermandad de Nuestra Señora del Amparo, los cinco pasos característicos de esta cofradía no salieron, pero sí que celebraron un pequeño acto privado en el interior de la Catedral Primada. El 'Quillo' agradeció a los asistentes su presencia y fue el encargado de comunicar la suspensión de la procesión mientras ante la presencia de la delegada del Gobierno, Milagros Tolón, que había comunicado su participación en la procesión y de multitud de integrantes del Ayuntamiento de Toledo, como el propio alcalde Carlos Velázquez y los concejales del equipo de gobierno Ana Pérez, José Vicente García-Toledano, Iñaki Jiménez, Marisol Illescas, Juan Marín, así como la vicealcaldesa Inés Cañizares. Los más de 100 cargadores de la hermandad al menos levantarán el peso de sus imágenes sobre sus hombros para bailarlos ante sus compañeros de cofradía.

Para la medianoche la situación no fue muy distinta. También en la Catedral el Cristo de la Vega decidió no procesionar por la previsión meteorológica, pero optó por hacer un breve recorrido por los alrededores del Templo Primado para premiar al público que se había acercado hasta allí para verlos. 

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El Cristo de la Expiración, por su parte, tuvo el mismo destino pese a tener su momento tres horas más tarde. Los hermanos, con mucha presencia de niños y adolescentes en esta ocasión, realizaron su particular viacrucis de 14 estaciones en el interior de la Iglesia de Santo Domingo El Antiguo.