Las personas con visibilidad reducida o ceguera reclaman a las administraciones medidas en favor de la accesibilidad. Los pueblos más pequeños, los que disfrutan de menores recursos para afrontar las obras que les facilitarían un tránsito más cómodo, son los puntos donde más obstáculos encuentran. El «derecho a movernos de forma especial» que este colectivo demanda requiere de una inversión constante en la renovación de infraestructuras.
Desde la ONCE llaman a «corregir» las carencias detectadas. «Podemos llegar a la luna en un cohete espacial, pero las personas con ceguera nos la jugamos al cruzar una calle», explica José Martínez, delegado territorial de la organización. Una de sus peticiones señala a los semáforos: apenas suena uno de cada veinte en todo el país.
La aprobación de la nueva ley regional de accesibilidad es otra de sus reivindicaciones. «No es algo específico para las personas con discapacidad, es una herramienta de libertad para todos», apuntan. Los principales beneficiarios de la norma por hacer, que debe renovar la vigente desde 1994, se aferran a los avances ya conseguidos y señalan a España como «punta de lanza» en materia de inclusión.
«Podemos ir a la luna, pero nos la jugamos cruzando la calle»Más allá del optimismo por el punto de partida, la organización exige a la administración regional «que se tome en serio» la elaboración del nuevo marco legal. La normativa afronta el trámite parlamentario y la ONCE urge al «diálogo civil» para encontrar el mejor texto posible. La participación de las entidades del tercer sector y de las diferentes asociaciones que trabajan en el ámbito de la discapacidad ayudarán a los representantes parlamentarios a no dejar «ningún fleco» por incluir.
PEDAGOGÍA. La conmemoración del Día Internacional del Bastón Blanco, símbolo de la autonomía del colectivo, reunió al director general de Discapacidad de la Junta, Chesco Armenta, la presidenta de la Diputación, Conchi Cedillo, o la edil de Asuntos Sociales del Ayuntamiento de Toledo, Marisol Illescas, entre otras autoridades. El encuentro se celebró en la pista polideportiva del colegio Ciudad de Nara ante escolares de este centro y del Alfonso VI. La celebración aunó reivindicación y pedagogia: se mostró un bastón gigante y se realizó una exhibición sobre circuitos de dificultad con dos perros guía.
«Vivimos en una sociedad diversa: los niños son la esperanza, ellos van a ser el futuro y la concienciación es fundamental», añade Martínez. La ONCE mantiene su apuesta por la formación en los colegios e incluye asuntos como la soledad.
«Podemos ir a la luna, pero nos la jugamos cruzando la calle»Rita Pozuelo, presidenta de la Asociación de Usuarios de Perros Guía de Murcia y psicóloga de ONCE Toledo, cifra en casi un millar el número de canes adiestrados para acompañar a personas con esta discapacidad en España. «Es necesario saber orientarse y utilizar el bastón, ser autónomo, para poder tener un perro guía», indica Pozuelo. El «emparejamiento» entre humano y animal anticipa un trabajo conjunto de éxito.
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Por su parte, Armenta alude al enfoque «transversal» que la Junta otorga a la discapacidad. Además, la representante del Ayuntamiento elogia el esfuerzo por llevar hasta los más pequeños la realidad del colectivo para «entender que las mismas capacidades deben permitir a las personas tener las mismas oportunidades».