Tres golpes en la puerta noble del Ayuntamiento, ejecutados con el mastil que portaba el mayordomo de la comitiva, sirvieron para dar comienzo al cortejo de Mondas 2014. Una celebración en la que la tradición y el folclore volvieron a pasear por el centro de Talavera en medio de miles de espectadores que acompañaron el desfile desde la plaza del Pan hasta la Basílica de Nuestra Señora del Prado.
Inmediatamente después de escuchar la llamada en la puerta, el alcalde, Gonzalo Lago, recibió al jinete y, como mandan los cánones fijados desde hace años de esta tradición, colocó en la bandera de España. Acto seguido, la Banda Municipal tomó protagonismo interpretando el himno nacional para posteriormente hacer lo propio con un pasodoble y dar así comienzo al desfile de Interés Turístico Nacional.
Numerosas autoridades regionales, provinciales y locales, así como responsables municipales de las provincias de Cáceres y de Ávila, así como del norte de la Comunidad de Madrid, disfrutaron de una fiesta en la que Talavera se vuelca año tras año. Lago y la alcaldesa de la pedanía de Gamonal, Prado Gómez, ocuparon un lugar preferencial junto a la puerta noble, acompañados, entre otros, por el consejero de Hacienda, Arturo Romaní, el presidente de la Diputación, Arturo García-Tizón, y el subdelegado del Gobierno en la provincia, José Julián Gregorio. En esta ocasión, las autoridades aguantaron sentados las casi dos horas que tardó en pasar el cortejo, en parte debido a los problemas de salud del alcalde quien agradeció uno a uno, a todos los municipios, asociaciones y grupos de folclore que participaron en el cortejo el interés que mostraron hacia su estado.
Ofrenda Mejorada. - Foto: Peña Los encargados de comenzar con el pasacalles fueron el grupo de Dulzainas ‘Segoza’ al que acompañaron el mayordomo abanderado, alguaciles y demás comitiva. El grupo folclórico ‘Emilio Morán’ de Puerta de Cuartos se encargó de provocar los primeros gestos de admiración entre los miles de ciudadanos que se dieron cita en las inmediaciones de las plazas del Pan y Padre Juan de Mariana.
Aunque la comitiva ya había comenzado y la mezcla de culturas y tradiciones empezaba a plasmarse, los asistentes no podían evitar mirar de reojo al cielo. Y es que, durante todo el día las nubes amenazaban con deslucir una de las fiestas más antiguas de España, no obstante, finalmente las nubes se apiadaron del festejo y permitieron que se desarrollase sin ningún contratiempo.
Las ofrendas y las mondas que posteriormente recibiría la Virgen del Prado fueron de lo más variopintas. Cestas con mantecados, pestiños, rosquillas y otros dulces, todo tipo de embutidos, aceites y, sobre todo, flores, pasearon por las calles de la ciudad las distintas asociaciones y municipios que participaron en el cortejo. Destacada, como no, la Asociación de Vecinos 8 de Septiembre que paseó con el burrito del leño florido.
Fueron en total ocho las carrozas que desfilaron y, mientras las mismas calesas las precedieron cargadas en sus mimbres con numerosas niñas ataviadas con el traje típico de talaverana con la greca de Ruiz de Luna.
Carrozas. La primera carroza en saludar al alcalde y a todas las personalidades fue la de ‘Época Romana’. El carruaje representa el origen de las Mondas, como fiesta de primavera dedicada a la diosa Ceres. Tras ella, la Banda Municipal ‘San Sebastián’ de Los Navalucillos amenizaba el trayecto. Una de las poblaciones más destacadas fue Lagartera. Sus trajes tradicionales brillaron con luz propia, al igual que sus ofrendas de empanadillas y milojas.
Los bailes fueron muy comunes. - Foto: Peña En la segunda carroza se representó la ‘Época Visigoda’. Y es que, en el año 602, Liuva II dona a Talavera la imagen de la Virgen del Prado. Este mestizaje de culturas queda latente con bailes y danzas extremeñas, tan vinculadas con Talavera.
La siguiente en recorrer las calles de la ciudad fue la ambientada en el siglo 1515, cuando Talavera es asolada por la peste y la villa se refugia en Gamonal. Tras ella apareció el municipio de Quismondo que impactó con su baile de la bandera nacional. Los caballeros de la Virgen del Prado, con sus característicos colores azul y blanco también procesionaron ante la atenta mirada de miles de curiosos.
El IV Centenario del Greco también estuvo presente en Mondas 2014 con una carroza dedicada al pintor cretense. Tras ella desfiló Navalcán con sus ofrendas y bordados característicos en indumentaria y zapatos que captaron la atención de todos los espectadores.
La sexta carroza tenía como protagonista al Teatro Victoria. Y es que, este edificio se levantó en 1914, celebrándose este año su primer centenario. Por su parte, María de Portugal protagonizó las dos últimas carrozas con motivo del VII centenario de su nacimiento. Tras ellas algunos de los municipios más próximos como son Velada, Las Herencias o Talavera la Nueva. A continuación, Cebolla y su artesanía reflejada en los trajes, al igual que Pepino animaron a todos los asistentes al cortejo con sus ofrendas y mondas.
Los quintos de Segurilla lucieron sus vistosos ropajes mientras que Mejorada bailó su bandera gracias a la pericia demostrada por Julio Gómez. Además, esta localidad recordó el sonido característico de las vacas en este festejo.
El desfile concluyó, en la plaza del Pan, con la llegada del carrito de mondas remolcado por los carneros Bodo y Chiquitín desde Gamonal. Para entonces, la cabeza del cortejo avanzaba entre unas calles que fueron reflejo de la expectación de los talaveranos, que llenaron en buen número la práctica totalidad de los puntos del recorrido.