La concejal de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Toledo, Marisol Illescas, ha salido al paso de las críticas vertidas por el Grupo Municipal Socialista sobre el antiguo centro de salud del barrio de Santa Bárbara, y ha afirmado que el convenio de concesión que hizo el anterior Ejecutivo a la asociación de daño cerebral sobrevenido Fundación María del Carmen Cabello Peralta «es nulo».

Illescas criticó aquel convenio, firmado tres o cuatro días antes de las elecciones, y que «no siguió los trámites jurídicos, según nos ha informado el Servicio Jurídico competente del Ayuntamiento, no se siguieron los trámites habituales, sino otro trámite irregular, que se podría haber subsanado». Pero lo importante sobre todo es que no hay una definición de los gastos, ni del estado de un edificio que requiere una serie de reparaciones antes de ser entregado. De ahí que haya otro informe que explica que «el convenio es nulo». Hay que hacer obras, un seguro, etc. «en lugar de te lo cedo y ya lo mantienes».

«Una vez más se quiso asegurar apresuradamente, unos días antes de las elecciones, un trato para una entidad», criticó Illescas, un trato diferente al de otras entidades con las que se estaba negociando. Porque si la cesión a esta Fundación es gratuita, a la asociaciones que iban a ocupar las otras tres plantas del edificio, le iban a pedir un canon de mil euros al mes. «Esto no tiene sentido, hay que dar un trato igual a todas las entidades que puedan acceder al edificio», criticó.

Una vez nulo este convenio, habrá que hacer los trabajos para poder entregar el edificio y una vez definidas las condiciones, se deberán retomar los convenios con todos los usuarios.

Los vecinos. Ante esta circunstancia, la Asociación de Vecinos Alcántara se une a las críticas socialistas por el abandono del espacio municipal. «Lo que queremos es que lo antes posible se dé un uso al antiguo centro de salud, tal y como se prometió la pasada Corporación, cediéndolo a entidades sin ánimo de lucro», apunta el presidente vecinal, Luis Martín Ludeña, que además apunta que ahora el centro se ha convertido en un refugio de palomas, que se extienden a otros inmuebles de alrededor y dañan otros edificios.