La situación del servicio público de Correos no se encuentra en su mejor momento. Así lo denuncia UGT Servicios Públicos, que asegura que la prestación del servicio postal se ha visto afectada por una política de recursos humanos de no contratar, sea cual sea la ausencia de que se trate, aunque ello suponga que las unidades se queden con pocos o ningún efectivo y, consecuentemente, sin prestar el servicio en determinados puntos de la provincia de Toledo.
Explica que ejemplo de los perjuicios de un mal servicio postal son las deficiencias en el tratamiento de las notificaciones administrativas y judiciales como consecuencia de su acumulación, lo que hace que caduquen al no cumplir los plazos de entrega previstos por la ley y ello suponga la nulidad del trámite de notificación.
«Sufren esta y otras consecuencias las comarcas de la España vaciada, donde los servicios rurales tienen que recorrer rutas de más de 250 kilómetros diarios en algunos casos. Ante la imposibilidad de realizar todo el recorrido, se ven obligados a prestar el servicio de forma intermitente y a incumplir la obligación legal de paso todos los días laborables, de lunes a viernes, al menos cinco días a la semana. Tampoco pueden cumplir el horario de apertura de las oficinas rurales, realizándolo en días alternos».
En la provincia de Toledo se han detectado carencias en las visitas a la zona de Talavera, comarca y aledaños. No se cubren las plazas en las que causan bajas los trabajadores o las que están vacantes ya sean por jubilaciones, traslados o permisos de cualquier índole, llegando a estar algunas plantillas en ocasiones cercana al 50% de sus efectivos. Todo esto ocurre en Talavera de la Reina, Cebolla, La Puebla de Montalbán, Los Navalmorales, Calera y Chozas, Puente del Arzobispo, Oropesa, Fuensalida, Camarena, Méntrida, Casarrubios del Monte, Ventas de Retamosa, Santa Olalla y Torrijos. Esta falta de contratación se intenta paliar con coberturas de los compañeros que están trabajando en esos momentos, lo cual hace que se desatiendan sus labores diarias para atender otras zonas de reparto. «Así lo que se consigue es no poder dar el servicio totalmente y bajar la calidad de manera muy acusada, con la consiguiente pérdida de confianza en Correos, ya que no se cumple con el reparto de todas las zonas diariamente».
Bajas sin cubrir en años. UGT destaca que muchas plazas que están sin cubrir por bajas o jubilaciones llevan ya mucho tiempo así, algunas por años. Por otro lado, para cubrir los servicios rurales se está desplazando a compañeros de otras rutas para hacer un día la suya y otro la que está sin cubrir dando lugar a la desatención de los ayuntamientos, empresas y ciudadanos que tienen que hacer uso del servicio postal, correspondencia por recoger o envíos registrados y paquetería por retirar, la cual puede hasta incluso caducar y ser.
Además, en todas las zonas existe acumulación de notificaciones por la falta de contratación.
Se sacan a reparto en un número reducido porque no hay efectivos suficientes al no cubrir las ausencias, lo que conlleva a que puedan llegar fuera de plazo y a que se sancione a la empresa por incumplir los plazos de entrega con una cantidad bastante cuantiosa. Un claro ejemplo está en localidades como Camarena, donde con menos de la mitad de efectivos se han acumulado cerca de 2.000 notificaciones sin repartir.
La sugerencia de la empresa para paliar en parte este problema es la de dar horas complementarias a los compañeros que tengan a bien hacerlas, es algo voluntario, y así poner un parche que no sirve para acabar con el problema, simplemente posponerlo lentamente.
Debido a los factores anteriormente descritos se producen cambios organizativos constantes que afectan en el aumento de los riesgos psicosociales derivados de la precariedad laboral, cargas de trabajo excesivas, ordenes contradictorias y falta de claridad a la hora de su ejecución.
UGT asegura que al actuar así, la empresa incurre en el incumplimiento del Servicio Postal Universal (SPU), de acuerdo con la Ley 43/2010.