El consejero de Educación ha sido cocinero antes que fraile. Amador Pastor Noheda, natural de Villar de Olalla (Cuenca)ha sido maestro, jefe de estudios y director en Palomares del Campo (Cuenca) del colegio rural agrupado SanJosé de Calasanz, el patrón de los maestros. «Me estrené en la Dirección en la época de Cospedal», recuerda, «mi primera relación con la Administración es que cierran tres escuelas del CRA, despiden a la mitad de la plantilla y te quedas sin el apoyo de Infantil». Explica que fue a presentar su dimisión porque no podía consentir que tres de las escuelas del colegio cerrasen. «Me rompieron la dimisión», cuenta. Esa experiencia le llevó a prometerse a sí mismo que si un día tendría responsabilidades, trabajaría en revertir estos recortes. Ese día llegó. Ha estado cuatro años de viceconsejero y desde julio de 2023 es el consejero.
Ha trabajado en la escuela rural. ¿Ha habido escuelas de las que se cerraron que no han podido reabrir porque quizá las familias se han ido o los padres no han querido?
Muchas. Si hoy siguiese gobernando Cospedal, 78 municipios no tendrían escuela abierta. Pese a los esfuerzos que hicimos en 2015, algunas escuelas se abrieron con cuatro, cinco niños y al cabo del tiempo ya no han quedado niños y han desaparecido. Pero ahí radica la diferencia. No es lo mismo cerrar cuando hay once niños que cerrar cuando quedan cero niños. Damos la garantía de que, aún por debajo de cuatro niños, si es voluntad de las familias y los ayuntamientos, permanecen abiertas.
El consejero avanza que la FP «va a ser como un buffet libre Vas a poder coger lo que te pide el mercado laboral» - Foto: Javier PozoEl curso que viene se está preparando ya. Acaba de terminar el plazo de admisión ¿cómo ha ido?
El número de vacantes que ofertamos es el más garantista de todos. Ofertamos todas las vacantes posibles y disponibles. Es un proceso altamente complejo. Decimos que pueden estar concurriendo prácticamente 53.000 solicitudes.
Esperamos que traigan resultados muy parecidos a otras ediciones. Estamos hablando que más del 98% de los alumnos obtienen plaza en su primera o segunda opción.
Hay centros en los que constantemente se van incorporando alumnos a lo largo del curso. ¿Dónde está ocurriendo eso y por qué?
Lo defino como si tuviéramos una polaridad en la región. Tenemos zonas afectadas por la despoblación donde no se producen nacimientos, o incorporaciones a lo largo del curso. Luego tenemos zonas de crecimiento, muy identificadas en los dos corredores de la Sagra y del Henares y el cinturón de Ocaña. Entiendo que es un poco por la proximidad con Madrid o la incapacidad de Madrid de absorber toda la población. Estamos recibiendo grandes flujos de población.
¿En qué medida la reducción de la natalidad está afectando o cambiará a futuro la escuela?
La escuela se apoya en dos figuras que son inalterables. La figura del profesor –por mucha inteligencia artificial que pueda haber, el profesor va a ser imprescindible– y los sistemas de presencialidad. Ahora que las relaciones sociales han cambiado mucho, un garantista de relaciones sociales, personales y de proximidad es el entorno educativo. Los compañeros se ven, se tocan, se hablan, trabajan en equipo.
Otra cuestión es que nosotros hemos empezado un acomodo de lo que entendemos por red educativa. Está dimensionada sobre una población de inicio y si esa población va perdiendo, esa estructura puede ir perdiéndose también. Para no desestabilizar esa red, estamos poniendo medidas. La primera, la bajada de las ratios. En Infantil somos de las pocas comunidades que la vamos a tener en todos los niveles a 22 niños. Y esto se da en un 10 por ciento de los centros educativos. En el resto no tiene sentido hablar de ratios porque tienen en sus aulas doce, quince, 17 niños. Simplemente haber bajado a 22 niños en los tres niveles ha supuesto que dejemos de perder 1.141 unidades, es decir, clases.
Los sindicatos están pidiendo de manera insistente bajar las ratios y las horas lectivas de los docentes. Tienen un acuerdo en la Consejería con ANPE y UGT, pero hay otros sindicatos que no firmaron porque lo ven insuficiente ¿hay posibilidad de ampliar estas mejoras?
Nosotros abrimos un proceso de negociación con las organizaciones sindicales que nos cayó en 2023, prácticamente en preparación de la campaña electoral. Algunos lo pudieron entender como una declaración de intenciones que se quedarían en el papel. No los culpo. En algunas comunidades así ha sido. Cada organización sindical también sabe muy bien lo que demanda el colectivo de afiliados que tiene y luego cada uno tiene cierta autonomía en su intención de firma o no. Yo no se lo reprocho a nadie. Estoy cómodo con lo firmado. Venían unos compromisos muy claros en los tres primeros años de vigencia del acuerdo y luego una senda de posible recuperación en un segundo bloque. El acuerdo es público y en ese segundo bloque se contemplan medidas que satisfarían a la gran parte del colectivo.
Nadie habla del sueldo porque somos la comunidad autónoma después de País Vasco, Navarra y las insulares que mejor tiene retribuidos a los docentes. Lo que nos piden también es que trabajemos en reducir los procedimientos, qué parte de ese trabajo laborioso de hacer determinados documentos o trámites podemos simplificar. En breve aflorará ese trabajo que estamos haciendo de simplificación de procedimientos.
Los docentes tienen la sensación de que ese trabajo de 'papeleo' no deja de crecer. ¿Les puede dar un mensaje de que no va a ir a más?
Creo que también tienen mucha culpa las leyes acumulativas que hemos ido haciendo. Siempre vamos a máximos para fortalecer que se preste bien el derecho a la educación y que se tengan sistemas de protección para el profesorado. En los años setenta y ochenta los padres no eran tan exigentes. Son cuestiones que vienen a garantizar que, ante una reclamación, el profesorado va a tener una senda de evidencias. Luego nos inventamos, sacamos y soñamos nuevos planes que fortalecen nuestro sistema. Pero claro, el plan tiene que estar escrito.
El mensaje de tranquilidad es: confiad. Nos tenemos que servir de quien está en las aulas. Los primeros pasos en simplificación de documentos, en su operatividad, los van a ver antes de que termine este curso.
La FP está en proceso de cambio. ¿En qué punto se encuentra y hacia dónde debe llegar?
Estamos en un momento de gracia. Ya se ha aprobado una ley que unifica dos pilares fudamentales: el ámbito laboral y el ámbito educativo. Los centros educativos servirán cada vez más para certificados de profesionalidad, para programas de formación en unas determinadas competencias que esté demandando el sector. La Formación Profesional va a ser como un buffet libre. Tú vas a poder coger lo que a ti te pide el mercado laboral para formarte. Puede ser un título completo o pueden ser diferentes cualificaciones.
En los últimos tiempos hay una gran apuesta por la digitalización. ¿No da cierto miedo que todos estos estímulos dificulten el aprendizaje?
El sistema educativo siempre tiene que ir con las largas puestas. A futuro el mercado laboral será más exigente. Tienes que saber absolutamente de todo, las famosas soft skills, y ya todo está soportado en plataformas, aplicaciones... Pero no es incompatible usar dispositivos en el aula con metodologías tradicionales de redactar y memorizar, con exigir a los chavales que no todo se escribe como Twitter, sino con el formato de escritura tradicional.
Nos han visto angustiados por dotar con todos los dispositivos y eso tiene una explicación. Son fondos europeos. O los rechazas o los aprovechas con todas sus consecuencias. Eso ya está hecho. Ahora es cuestión de hacer la digestión y yo para eso no tengo prisa. Quiero que todo el mundo vaya su ritmo, que se sienta confortable, sobre todo para diferenciar qué momentos tiene el sistema educativo para lo tradicional y qué momentos para lo digital.
Quizá pueda haber temores de que sea como una moda a raíz de lo que pasó con el bilingüismo. ¿Qué cree que se hizo mal?
Si alguien lo hizo mal fue en 2011 donde se reconoció que bilingüe era con que solo se diera una materia en lengua extranjera. Lo que hicimos en 2017 es uniformarlo y que el que quiera ser bilingüe tiene que cumplir con un porcentaje de exposición a la lengua extranjera de mínimo 20, 30, 35%. Hay muchos que dicen: carga más en inglés puro y duro, no cargues tanto en que las science se den en inglés porque finalmente no aprenden una cosa ni la otra, que es lo que oímos en la calle. Ha coincidido que parece que ha habido un abandono estrepitoso, pero no, ha sido un abandono escalable, solo que han coincidido todos en el mismo tiempo.
Las escuelas de idiomas dinamizan mucho las ciudades y municipios en los que están ¿hay planes de ampliar más idiomas o más centros?
Yo he sido alumno de escuela oficial de idiomas y puedo decir que el nivel de aprendizaje de escuela oficial no lo he tenido en otros recursos, en academias privadas o en cursos intensivos de preparación de pruebas de certificación tipo Cambridge.
Hemos vivido momentos muy difíciles porque han tenido momentos de mucha competencia con respecto a las posibilidades de certificación mucho más rápidas porque vivimos en una sociedad de titulitis.
Nosotros, en vez de adelgazar, la hemos ampliado y proyectado con español para extranjeros, con niveles C1 y C2 en algunas disciplinas. ¿Que por la proximidad con Portugal en Talavera quieren portugués? Está justificado y se hizo. ¿El futuro? No lo sé. El que la sociedad nos demande, pero con ciertos criterios de aprovechamiento. A veces no puedes poner un idioma para tres o cuatro alumnos.
El informe PISA suele caer como un jarro de agua fría. ¿El sistema educativo hace autocrítica?
Sí, se hace. La OCDE plantea este informe PISA de evaluación competencial en países como el nuestro que toda su estructura no es competencial, sino curricular. La metodología aún está vinculada al trabajo de memorización y aprendizaje de contenidos, que luego tiene reflejo en un examen muy teórico. Y luego llega este tipo de evaluación que es muy diferente, del plan ¿qué sabes hacer tú con lo que has aprendido?
Nosotros venimos ideando un plan de fortalecimiento de las competencias de las matemáticas y de lectura que para nosotros es importante independiente de lo que dijera PISA. Estamos a punto de cerrar sistemas de evaluación y métrica de velocidad, comprensión, entonación lectora, porque muchos de los problemas que tienen también en matemáticas vienen como consecuencia de la lectura. Hay que seguir trabajando con el punto de vista certero de hacia dónde quieres llegar.
En la calle hay cierta sensación de que en exigencia se ha ido a menos, que en el libro del hermano mayor había más contenidos que en el del hermano menor...
Todo depende. Antes se necesitaba un conocimiento acumulativo en tu propia cabeza porque los recursos de consulta de información no los tenías tan accesibles como ahora. También las anteriores leyes educativas desgranaban muy bien cuál era el curriculum educativo y las actuales hablan de mínimos y en conceptos muy generales.
Creo que la cultura del esfuerzo hay que seguir trabajándola. Y el respeto, y no solo al profesorado, sino al hecho educativo. Antes nuestros padres o nuestros abuelos, que algunos de ellos no pudieron ir a la escuela, nos dijeron que la escuela era para ir y aprovecharla.
Pero no creo que haya una evidencia tan clara de que hemos adelgazado el currículo para acomodarlo a la capacidad e interés de los muchachos. No, el aprendizaje no tiene límites y nunca los tendrá.
Anunciaron medidas en la Red de Artes Escénicas para evitar la censura. ¿Cómo lo van a concretar y qué margen tienen?
No podemos tolerar que se aplique la censura. Es verdad que sabemos dónde nos la jugamos. Y si jugáis al mus, nos la jugamos a la chica, porque hay muchas formas de aplicar censura sin que se note. Nosotros en la siguiente convocatoria tendrá que venir esa referencia de que se retirarán las subvenciones a ayuntamientos que de forma clara y manifiesta hayan aplicado censura.
Somos Región Europea del Deporte en 2024. ¿Qué sorpresas quedan y qué legado se quiere dejar permanente para cuando termine el año?
Es el mayor escaparate de visibilidad del ámbito deportivo que vamos a tener marcado en un calendario. Tenemos aún campanadas gordas por dar.
A futuro muchas de las cuestiones que estamos haciendo se van a quedar. Vamos a hacer evaluación de la huella de carbono de cada evento y recompensar con plantación de árboles. Eso sería necesario que viniese para quedarse. Así como todo lo que tiene estructura, deporte base, con mayores, posibilidades de hacerlo en entornos naturales, culturales. Y sobre todo a demostrar que estamos preparados para acoger grandes eventos de finales nacionales e internacionales.