El consejero ve difícil hacer elecciones agrarias

L.G.E.
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Lizán apunta que solo podrían votar los autónomos, que son 20.000, mientras que hay 97.000 solicitudes de la PAC. Apunta a que se revise la normativa estatal, pero los números del Congreso tampoco lo ponen fácil

Unión de Uniones llevó esta semana sus protestas a las puertas de la Consejería de Agricultura y del Palacio de Fuensalida. - Foto: Yolanda Lancha

El consejero de Agricultura lo ha dejado claro: no tienen previsto hacer elecciones al campo en Castilla-La Mancha. Julián Martínez Lizán respondió así a las reivindicaciones que hacen desde Unión de Uniones, que esta semana llevó sus protestas a las puertas de la Consejería y de la sede de Presidencia. «Es una situación muy compleja», admitió Lizán, que confirmó que Castilla-La Mancha va a mantener el mecanismo de representatividad que marca la ley estatal y que se ha seguido hasta ahora. Otra cuestión es que el Ministerio abordase una modificación de la normativa:«En el momento que se pueda producir, tendremos que asumir las normas».

El consejero explicó que el propio ministro Luis Planas es el que ha indicado que es «una ley que tiene que modificarse», pero añade que «en la conformación que tiene ahora mismo el arco parlamentario no se dan los números para poder sacarla adelante».

Lizán sabe que algunas regiones se han lanzado a hacer elecciones, pero expone que este paso «está supeditado a una ley de representatividad que no es lo suficientemente adecuada para trasladar a todos los territorios».  Eso es lo que ocurriría en Castilla-La Mancha.

El consejero puso varios ejemplos de las complicaciones que tendrían unas elecciones al campo. Indicó que en Castilla-La Mancha solo podrían votar los autónomos del campo, de los que hay 20.000. Sin embargo, recuerda que en estos momentos en la región hay 97.000 solicitudes de la PAC. «Estaríamos fallando en esa representatividad», comentó.

Tampoco ve fácil la maquinaria que hay que poner en marcha para unas elecciones así. «Hay que entender la estructura que habría que realizar cada cuatro años para hacer elecciones a cámaras agrarias», comentó. Y es que si en un pueblo hay solo un agricultor con derecho a voto tiene que garantizarse su derecho. También apunta a los costes económicos para las propias organizaciones que se presentasen.