El Soliss Águilas de Toledo cayó en el campo de la Escuela de Gimnasia en un partido de aprendizaje frente al Torrelodones Rugby Club (17-24), y al que llegaron con muchas ganas después de las buenas sensaciones de jornadas anteriores.
Se enfrentó a un equipo con el que está muy igualado en la tabla, y eso se acabó traduciendo en el terreno de juego. Ya en el minuto 3 de encuentro, el equipo visitante se adelantó en el marcador, respondiendo las Águilas solo cuatro después.
En el primer cuarto de hora, las toledana se impusieron en el resultado, pero el rival consiguió dar la vuelta al resultado. Faltó la circulación por parte toledana en defensa, mientras que dejaron los flancos desprotegidos. Además, el placaje no fue nada efectivo.
Las Águilas sufrieron más de lo necesario para proteger su línea de ensayo, mientras que descuidaron los apoyos. Asimismo, cometieron varios golpes que les descentraron. De estos errores se aprovechó el Torrelodones para llevarse el parcial de esta parte.
Durante la segunda, las locales se esforzaron en optimizar sus puntos fuertes: ir juntas y llegar a los apoyos constantes. Sin embargo, al equipo se le vio incómodo. Seguían sin llegar los apoyos, lo que provocó varias pérdidas de balón. Agarrándose a la superioridad en la melé y las ganas de circular la pelota, las Águilas lucharon por encontrar su sitio dentro del campo. De todos modos, la estrategia defensiva no fue tan eficiente con les gustaría, y el ataque bastante caótico.
Las Águilas de Toledo son conscientes de haber jugado un partido en el que no lograron gestionar bien la adrenalina de los primeros minutos. Se desgastaron demasiado intentando reconducir a un juego más ordenado y más cómodo para ellas. Toman nota, y ya están con la cabeza puesta en el siguiente encuentro.